En los últimos años, ha crecido significativamente el conocimiento popular sobre lo dañino de los alimentos ultraprocesados (AUP), así como el interés por recortar su consumo. Algunos expertos, como el Dr. Chris van Tulleken, han profundizado en el estudio de los efectos potencialmente nocivos de consumir dichos alimentos. En su libro Personas ultraprocesadas, el experto describe los efectos de alimentarse casi exclusivamente de AUP durante un mes, haciendo un seguimiento de las consecuencias físicas y los cambios mentales que experimentó debido al cambio en su dieta.
En un conversatorio emitido a principios de año, el Dr. van Tulleken visitó el podcast de Spencer Matthews, exparticipante del reality inglés Made in Chelsea, donde conversaron sobre los cambios que ha realizado en su alimentación, sobre lo que descubrió a lo largo de su experimento, y sobre cómo el libro del nutricionista cambió la percepción que Matthews tenía sobre su propio consumo de alimentos.
Más de 40 aditivos en cada sandwich y wrap
En el conversatorio, la exestrella de reality confesó cómo solía consumir un wrap de pollo como aperitivo rápido y mínimamente saludable después de un largo día de rodajes. Creía, hasta que se molestó por comprobarlo inspirado por el libro del doctor, que se trataba de una opción sana y equilibrada: lechuga, pollo, mayonesa y un poco de pan no podía ser malo. No podía estar más equivocado. Según Matthews, se encontró con una lista de 40 ingredientes, algunos de ellos con “largos nombres científicos” que no había visto nunca, provocando, desde ese momento, una aversión por ese tipo de alimentos, según informa GloucestershireLive.
Esta historia no sorprendió al Dr. van Tulleken, sin embargo, como experto en la materia, que añadió que ese tipo de sandwich o wrap suele tener, de media, de unos 35 a 45 aditivos. Sobre su propia experiencia con los AUP, el doctor comentó como, aunque solía consumir una dosis moderada de estos, fue capaz de recortar su consumo a uno prácticamente nulo. Voluntariamente, al menos, ya que confesó que tampoco trata de ejercer un control absoluto lo que come: “mi madre hizo puré de patatas el otro día. No sé si usó mayonesa comprada, no lo vigilo con tanto cuidado”.
Comparó el hábito de evitar los AUP con el no comer cerdo por motivos religiosos o el transicionar a una dieta vegana, abordando la dificultad de encontrar alimentos que se adecúen a sus expectativas y subrayando la escasez de opciones: “hay partes muy largas de mi día en las que, simplemente, no como” comentó el doctor.
El Dr. Chris van Tulleken no está solo en su campaña de concienciación, ya que hay ya numerosos investigadores alertando de lo grave de la situación: un estudio realizado por la University College London (UCL) y publicado recientemente en la Revista Europea de Nutrición Clínica reveló que, de todas las calorías obtenidas por los infantes de Reino Unido, la mitad provienen de alimentos ultraprocesados. Ante este descubrimiento, la UCL ha solicitado nuevas medidas que ayuden a reconstruir la dieta de los niños para reducir significativamente el consumo de AUP.
Según informó a The Guardian Clare Llewellyn, profesor en la UCL e investigador jefe del estudio, expresó lo improbable de que haya habido un cambio significativo en los hábitos alimenticios y proporciones de AUP consumidos por los niños desde 2008/09 o 2014, por lo que los datos deben ser una “estimación cauta” del consumo real de este tipo de alimentos.