Salsa romesco, una receta típica de la cocina catalana con la que acompañar carnes, pescados y verduras

Con la bajada paulatina de las temperaturas, se acerca también una de las temporadas gastronómicas con más cultura y arraigo de toda la tradición culinaria catalana: la calçotada. Durante los meses de invierno, la costumbre invita a organizar una calçotada en plena naturaleza junto a amigos y familiares, una ocasión que disfrutar con calma para encender las brasas, con abundante vino, risas y una deliciosa selección de carnes para acompañar.

Además de los calçots, las cebollas tiernas con Indicación Geográfica Protegida propia, otro de los elementos indispensables de estas comidas es la salsa romesco, un delicioso aliño con el que se puede acompañar la carne, el pescado y las verduras. La salsa romesco se caracteriza por su combinación de sabores terrosos y ligeramente picantes, gracias al uso de ingredientes como los pimientos ñora, el ajo, las almendras o avellanas, y el aceite de oliva. Su nombre define su sencilla elaboración, pues romesco originariamente significaría ‘mezclar y remover cosas diversas’.

El origen de esta salsa no se conoce con exactitud. Algunas teorías asocian su nacimiento con otra receta, un plato de origen marinero muy típico de la costa de Tarragona, concretamente del barrio marinero del Serrallo, que comparte además su mismo nombre. El romesco de Tarragona es una caldereta de pescado cuya base es un sofrito con tomate, ñora, pimentón y frutos secos, una mezcla que recuerda a la famosa salsa que luego se popularizó en toda la comunidad.

Sea este o no su antecesor, lo cierto es que esta salsa es uno de los iconos gastronómicos más difundidos de la cocina catalana. Dependiendo de la zona y, sobre todo, del propósito de su elaboración, su receta acepta distintas variantes, aunque con diferencias ligeras y muchos rasgos comunes. Además del romesco propiamente dicho, podemos preparar salsa xató, salvitxada... Diferentes salsas que, popularmente, se engloban dentro de un icono común: la deliciosa y sencilla salsa romesco.

Tiempo de elaboración: 40 minutos

Ingredientes:

• 3-4 pimientos ñora secos
• 2 tomates maduros
• 1 cabeza de ajos
• 50 gramos de almendras o avellanas tostadas
• 1 rebanada de pan frito (opcional)
• 1 guindilla pequeña (opcional, para un toque picante)
• 2 cucharadas de vinagre de vino o de jerez
• 150 ml de aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto
• Pimienta negra al gusto

Elaboración:

1. Preparar las ñoras: remoja los pimientos en agua caliente durante unos 15 minutos para ablandarlos. Luego, retira las semillas y la piel, reservando solo la pulpa.
2. Asar los ingredientes: precalienta el horno a 180 °C. Coloca los tomates y la cabeza de ajos entera en una bandeja y ásalos durante unos 20-25 minutos, o hasta que la piel de los tomates esté bien arrugada y los ajos estén tiernos.
3. Freír el pan: si usas pan, fríe una rebanada en un poco de aceite de oliva hasta que esté dorada y crujiente. Este paso es opcional, pero le da más cuerpo a la salsa.
4. Mezclar los ingredientes: una vez asados los tomates y los ajos, retira la piel de los tomates y exprime los ajos de su piel. Coloca estos en una batidora junto con la pulpa de las ñoras, las almendras (o avellanas), la rebanada de pan frito, el vinagre, la guindilla (si la usas) y una pizca de sal.
5. Añadir el aceite: comienza a triturar los ingredientes mientras agregas el aceite de oliva en un hilo fino, hasta que obtengas una salsa suave y bien emulsionada. Ajusta de sal y pimienta al gusto.
6. Revisar la consistencia: si la salsa está demasiado espesa, puedes agregar un poco de agua para aligerarla hasta obtener la textura deseada.

Con esta cantidad de ingredientes, la salsa romesco rinde aproximadamente 6 porciones.

Cada porción de esta salsa romesco contiene aproximadamente:

• Calorías: 180
• Grasas: 16 g
• Grasas saturadas: 2 g
• Carbohidratos: 8 g
• Azúcares: 3 g
• Proteínas: 3 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

La salsa romesco se puede conservar en la nevera por hasta 5 días, siempre y cuando se mantenga bien tapada. También se puede congelar en porciones pequeñas para disfrutarla más adelante.