Receta de rosquillas de San Froilán, el dulce frito tradicional de León para endulzar el mes de octubre

Este dulce tradicional se elabora en las pastelerías leonesas en esta época del año, principalmente conmemorando el día de San Froilán, patrón de la provincia

Receta de rosquillas caseras (Adobe Stock)

Las rosquillas de San Froilán son una delicia típica de la ciudad de León, donde se preparan cada año para celebrar la festividad de su patrón durante la primera semana de octubre. Estas rosquillas, de textura esponjosa y suave, se caracterizan por su sabor ligeramente anisado y su glaseado dulce que las convierte en un irresistible antojo. Durante la fiesta, que marca el final del verano y da la bienvenida al otoño, los leoneses y visitantes disfrutan de una variedad de tradiciones, desde procesiones hasta conciertos y, por supuesto, la degustación de estas rosquillas que son un símbolo gastronómico de la celebración.

Aunque a día de hoy son parte imprescindible de la celebración leonesa, en realidad la historia de este dulce no tiene muchos años. Las creó en los años 80 el maestro pastelero leonés Santiago Pérez, de las ya desaparecidas confiterías La Coyantina. En su momento, las rosquillas no tuvieron demasiado éxito y dejaron de producirse. No fue hasta más adelante cuando, en los 90, la Confitería Asturias retomó la receta, cosechando un importante éxito que se ha extendido ya a todas las confiterías de la ciudad.

A día de hoy, estas rosquillas siguen manteniendo ese toque casero y tradicional que tanto gusta a locales y visitantes. En estas fechas, las vitrinas de pastelerías y confiterías leonesas se llenan de rosquillas, ofreciendo cada una su particular versión de este clásico. Pero, además, estas rosquillas tradicionales también se pueden elaborar en casa, partiendo de una masa sencilla a base de harina, huevo, leche y anís, que se moldea en forma de pequeños aros. A continuación, estas rosquillas se fríen hasta dorarse y se bañan en un glaseado de azúcar que les da su característico acabado brillante y sabor dulce.

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Receta de rosquillas de San Froilán

Tiempo de elaboración: 1 hora y 45 minutos

Ingredientes:

  • 500 g de harina
  • 3 huevos
  • 150 g de azúcar
  • 100 ml de leche
  • 50 ml de anís
  • 10 g de levadura química (polvo de hornear)
  • Ralladura de 1 limón
  • Aceite de girasol para freír (cantidad suficiente)
  • 200 g de azúcar glas para el glaseado
  • 3-4 cucharadas de agua

Elaboración:

  1. En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa.
  2. Añade la leche, el anís y la ralladura de limón, y mezcla bien.
  3. Tamiza la harina junto con la levadura y agrégala a la mezcla líquida poco a poco, hasta obtener una masa suave y manejable. Si la masa está muy pegajosa, añade un poco más de harina.
  4. Deja reposar la masa cubierta durante unos 15 minutos.
  5. Divide la masa en pequeñas porciones y forma bolitas. Haz un agujero en el centro de cada bolita para darle la forma de rosquilla.
  6. Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio y fríe las rosquillas en tandas, dorándolas por ambos lados. Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  7. Mientras las rosquillas se enfrían ligeramente, prepara el glaseado mezclando el azúcar glas con el agua hasta obtener una consistencia espesa.
  8. Baña las rosquillas en el glaseado y colócalas sobre una rejilla para que se sequen.

¿Cuántas raciones se obtienen de esta receta?

Esta receta de rosquillas de San Froilán rinde aproximadamente 25 a 30 unidades, dependiendo del tamaño de las rosquillas.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

Cada rosquilla contiene aproximadamente:

  • Calorías: 150
  • Grasas: 7 g
  • Grasas saturadas: 1 g
  • Carbohidratos: 20 g
  • Azúcares: 12 g
  • Proteínas: 2 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

Las rosquillas de San Froilán se pueden conservar durante 3 a 4 días en un recipiente hermético a temperatura ambiente, aunque es recomendable consumirlas dentro de los primeros dos días para disfrutar de su mejor textura.

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