El restaurante con un menú de arroces enormes, subasta de pescaíto y barra libre de bebidas que trae la tradición de Málaga a Madrid

El famoso Tintero de Málaga tiene su primo hermano en Madrid. Este icónico restaurante malagueño, famoso por su método de subasta de platos, abrió sus puertas hace solo un año en la Plaza San Miguel, 8, en pleno centro de la capital española. Como en su gemelo malagueño, en este restaurante los comensales pueden disfrutar de una experiencia única donde los camareros recorren el local ofreciendo platos de pescaíto frito y otros manjares, mientras los clientes levantan la mano para hacerse con las raciones.

El Tintero original, ubicado en el barrio de El Palo en Málaga, se distingue por no tomar nota de los pedidos. En su lugar, los camareros cantan los platos que la cocina ha preparado, y el primero en levantar la mano se queda con la ración. Los camareros recorren el local con bandejas rebosantes de platos que hacen que la vista se vaya hacia ellos: calamares fritos, pulpo a la gallega, gambas al ajillo y mucho más.

Este método, que comenzó hace más de 40 años, se ha convertido en la seña de identidad del restaurante. La historia de este peculiar servicio se remonta a 1981, cuando el bisabuelo de los actuales dueños, Edu, y sus hermanas Yesi, Musy y Mari decidieron abrir el primer Tintero tras el fracaso de su negocio de tintado de redes de pesca.

El local en Madrid, llamado El Tinterillo de Málaga, mantiene la esencia del original, con una decoración que incluye elementos marinos y una barca donde se preparan las tradicionales sardinas espetadas. En cuanto a su carta, es muy similar a la de su primo lejano, con opciones como el pescaíto frito como estrella, así como mariscos, pescados a la brasa y carnes.

Además, los clientes pueden disfrutar de un menú para cuatro personas por 39 euros, que incluye una tabla de jamón y queso, croquetas variadas, berenjenas con miel de caña, ensalada de pimientos asados, y un segundo plato a elegir entre arroz meloso de carabineros o arroz de presa ibérica y boletus, además de barra libre de bebidas, que incluye agua, cerveza, tinto de verano y refrescos.

El Tintero II en Málaga, situado junto a la zona de El Candado, es famoso no solo por sus platos, sino por la forma en que estos se sirven. Los camareros, en lugar de tomar nota, pasan por las mesas cantando los platos disponibles, y los clientes levantan la mano para pedir. Al final de la comida, los camareros entonan “¡Y yo cobro!”, para indicar que es hora de saldar las cuentas, contando los platos consumidos para calcular el total.

Este método de subasta tiene sus raíces en la historia del chiringuito. El bisabuelo de los actuales dueños, que trabajaba como tintero, decidió abrir un bar para pescadores cuando su negocio de tintado de redes quebró debido a la llegada de las redes de nylon. La idea de cantar los platos surgió un día en que el bar estaba lleno y solo estaban el niño y su madre, que no sabía leer ni escribir. El niño sugirió que su madre friera todo lo que tuviera y él iría gritando los platos entre las mesas. El método funcionó y se adoptó para todas las comidas en El Tintero.

El Tinterillo de Málaga en Madrid promete ofrecer esta misma experiencia única que ha hecho famoso al original en Málaga, atrayendo tanto a locales como a turistas que buscan disfrutar de la auténtica cocina malagueña en un ambiente dinámico y entretenido.