Estos son los pasatiempos que protegen nuestro cerebro del envejecimiento, según un estudio

Una investigación relaciona ciertas actividades de ocio que suponen un desafío mental con la protección frente al deterioro cognitivo

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Un hombre mayor haciendo un
Un hombre mayor haciendo un puzzle (Shutterstock España)

El paso del tiempo y su efecto en nosotros es inevitable. Sin embargo, existe un margen de maniobra a la hora de ralentizar el envejecimiento, tanto a nivel físico (como las arrugas) como mental. Llevar una buena alimentación, realizar ejercicio físico diario y cuidar de nuestras relaciones sociales son rutinas muy conocidas para proteger nuestro cerebro de un envejecimiento prematuro.

Más allá de estos hábitos saludables, existen otras actividades que pueden ayudarnos a mantener nuestro cerebro joven durante más tiempo. La ciencia ha demostrado que ciertos pasatiempos que suponen un desafío mental pueden resultar muy beneficioso en este sentido, como leer, jugar al ajedrez o hacer crucigramas. El último estudio en torno a ello acaba de publicarse en la Journal of Cognitive Enhancement y lo han llevado a cabo los investigadores de la Universidad del Sur de Mississippi, la Universidad Texas A&M y la Universidad de Indiana de Estados Unidos.

Los científicos analizaron los registros de 5.932 personas de 50 años o más que presentaban un deterioro cognitivo leve (DCL) en 2012. Durante ocho años, se les realizó un seguimiento mediante entrevistas telefónicas y encuestas autoadministradas como parte del proyecto más amplio sobre salud y jubilación. Así, fueron clasificados como bajos, medios o altos en términos de la frecuencia con la que participaban en actividades de ocio cognitivamente estimulantes, como escribir o hacer sopas de letras.

“En resumen, el grupo de participación de alto nivel exhibió consistentemente niveles más altos de función cognitiva durante el período de estudio y mantuvo un nivel similar de funciones cognitivas en comparación con los otros grupos”, explica Junhyoung Kim, profesor asociado de comportamiento de salud en la Universidad Texas A&M. Estos elevados niveles de función cognitiva se observaron en la capacidad de memoria, de atención y de velocidad de procesamiento cognitivo.

Pese a que los tres grupos de participantes mostraban deterioro cognitivo, este fue significativamente más lento en las personas que con frecuencia jugaban a estos pasatiempos de desafíos mentales. Dichos resultados sugieren que estas actividades mantienen la mente alerta, lo que combate los efectos del envejecimiento del cerebro.

“Se encontró que el nivel óptimo de actividad de CSLA que resultó en aumentos óptimos en el funcionamiento cognitivo durante un período determinado fue más de tres veces por semana”, escriben los investigadores. “Estos hallazgos sugieren que las intervenciones positivas en el estilo de vida, un tratamiento no farmacológico, tienen un papel importante en la promoción de la función cognitiva y en la prevención del deterioro cognitivo en el envejecimiento o en adultos mayores con deterioro cognitivo leve”.

Otros estudios previos ya habían establecido una conexión entre los rompecabezas y la protección contra el deterioro cognitivo, una condición que suele preceder a ciertos tipos de demencia, como el Alzheimer. Estos hallazgos podrían abrir la puerta a la mejora de ciertas terapias de prevención de enfermedades neurodegenerativas, cada vez más frecuentes en una sociedad envejecida.

La neuróloga Miriam Emil Ortíz ha redactado un curso con una serie de pautas para retrasar la enfermedad del Alzheimer

Los datos del Alzheimer en España

En España, la enfermedad de Alzheimer afecta aproximadamente a 800.000 personas, según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Es la forma más común de demencia, representando entre el 60% y el 70% de todos los casos de esta condición en nuestro país. La prevalencia de esta enfermedad neurodegenerativa aumenta con la edad, siendo más común en personas mayores de 65 años. Sin embargo, también puede presentarse en individuos más jóvenes, en lo que se conoce como Alzheimer de inicio temprano.

La incidencia de la enfermedad de Alzheimer en España ha ido en aumento en las últimas décadas, en parte debido al envejecimiento de la población. Este crecimiento representa un desafío para el sistema de salud y los servicios de atención a largo plazo, ya que la enfermedad requiere de cuidados especializados y constantes.

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