La agrivoltaica, es decir, la combinación entre la agricultura tradicional y la producción de energía solar, es un sector en auge debido a las importantes ventajas que, con el paso de los años, se han ido descubriendo. Dos sectores que, en un principio podría parecer que no tienen mucho que ver, en realidad se retroalimentan y ofrecen importantes ventajas tanto a los agricultores como a la sociedad: mayor rendimiento de los terrenos, menor consumo de agua debido al sombreado parcial, mayores ingresos para los productores y dar un paso más en la producción de energía limpia, son solo algunos de ellos.
No obstante, cada vez son más las ventajas que se descubren de la instalación de placas solares sobre los cultivos. Una de las últimas ha sido en la región italiana de Puglia, donde la bodega La Svolta mostró cómo, con la implementación de un sistema agrivoltaico, ha logrado elaborar un vino de mayor calidad e incluso cultivar variedades de uva poco vistas en la región, tal y como ha publicado el medio francés JVTech.
Una cosecha con tres o cuatro semanas de retraso
El nombre del proyecto es Vigna Agrivoltaica di Comunità y ya cuenta con 7.770 paneles solares de película delgada y doble unión, colocados sobre una estructura de hormigón muy similar a la de las típicas pérgolas vistas en otros viñedos italianos. De este modo, las placas, situadas por encima de los viñedos, ofrecen protección a estos cultivos de fenómenos adversos como las fuertes lluvia, las rachas de viento o las olas de calor.
No obstante, la mayor ventaja que han descubierto estos agricultores es la sombra que los paneles proyectan. Debido a la menor cantidad de la luz, la cosecha de todas las variedades de uva se retrasó más de 20 días en comparación con lo habitual. La luz, al fin y al cabo, es necesaria para que las uvas acumulen azúcar. De este modo, la recogida se produjo a finales de agosto, en vez de a finales de julio o principios de ese mismo mes.
Unos sorprendentes resultados
En este proceso ralentizado, descubrieron que la uva guardaba un mejor equilibrio entre el porcentaje de alcohol y la acidez durante el proceso de fermentación. El resultado: la capacidad de producir vinos de alta calidad sin que fuera necesario realizar ningún tipo de intervención correctiva. Además, al reducir el estrés hídrico de las vides y protegerlas de otros fenómenos climatológicos, los agricultores calcularon que el consumo de agua de riego se había reducido un 20% y el rendimiento del suelo había aumentado entre un 20 y un 60%.
Gracias a este nuevo hábitat y sus favorables condiciones, en esta bodega italiana han logrado cultivar más de 30 variedades de uva, la mayoría procedentes de la región de Apulia. No obstante, de cara al futuro tienen previsto cultivar también nuevos tipos de uva blanca para producir vinos espumosos, un producto para el que, de nuevo, el sistema agrovoltaico podría ser sumamente beneficioso.