La ciencia ha venido a confirmar lo que ya se sabía: nuestras mascotas son mucho más que animales de compañía. Nuestros perros, gatos y demás animales tienen un papel notable en la salud de las personas, tanto la salud física como en mental. Este impacto tan positivo debe ser mutuo, pues nuestras mascotas también merecen ser tratadas con respeto y con cuidado, y no solo como herramientas para mejorar nuestro bienestar general.
Los científicos han buscado concretar esos sentimientos positivos que asociamos con nuestros animales en nuestra salud, y han llegado a varias conclusiones. La doctora Jacqueline Boyd es profesora en la Facultad de Ciencias Animales, Rurales y Ambientales de la Nottingham Trent University (Reino Unido) y ha centrado su investigación en parasitología, genética, biología de animales de alto rendimiento y antrozoología. Tras años de estudio, la doctora Boyd ha encontrado cinco maneras en la que nuestras mascotas pueden ayudarnos a ser más felices y sanos.
Mayor relajación
Varios estudios han demostrado que la presencia de nuestro perro puede reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca de los humanos; en ocasiones, más que la presencia de un familiar o un amigo. Esto es para los expertos un claro indicio de que pueden ayudar a aliviar el estrés y la angustia al brindarnos un espacio de consuelo, seguridad y apoyo. Esta sensación de seguridad también se ha podido observar en estos animales al estar cerca de sus dueños.
Constructor de relaciones
La doctora Boyd pone el foco en la importancia de construir una relación sólida y sana entre dueños y mascotas a través del refuerzo positivo, beneficioso tanto para animales como para las personas. De hecho, las relaciones disfuncionales con las mascotas pueden generar traumas y agresiones, hasta el punto de que varios estudios han recogido que las personas con perros con mal comportamiento pueden sufrir ansiedad y depresión.
Estas relaciones entre humanos y mascotas se pueden observar en los animales de terapia, que se vinculan a unas mejoras en la independencia y el bienestar, según informan sus dueños. Varios centros de salud han incorporado también estas mascotas para que sus pacientes interactúen con ellos, ya que pueden ayudarles a crear una sensación de normalidad, reducir su aburrimiento y ayudar a aliviar la depresión.
Pasear a la vez que cuidamos la salud
No es un secreto que sacar a pasear a nuestra mascota puede ayudarnos a nuestro propio bienestar, ya que caminar regularmente es una actividad física muy beneficiosa para fortalecer nuestra salud cardiovascular y los músculos de las piernas, así como ayudar en la pérdida de peso.
Hacer amigos
Sacar a pasear a nuestra mascota encierra más beneficios que un simple ejercicio. Se ha observado que los animales ayudan a fomentar amistad y relaciones y a generar un sentido de comunidad, ya que es más probable que los dueños de mascotas conozcan a otras personas de su misma zona al frecuentar los mismos parques. Algunos estudios han sugerido que estos animales tienen un efecto de “lubricación social”, lo que ayuda a que sus dueños tengan menos probabilidades de sufrir soledad y aislamiento social.
Hábitos alimenticios
Al igual que está ocurriendo con la población humana, los perros están experimentando un aumento de la obesidad, lo que apuntaría a una relación con el estilo de vida de las personas. Así, los dueños tienden a perjudicar de forma involuntaria la salud de sus mascotas a raíz de sus propios malos hábitos de alimentación. Si estas personas toman mejores decisiones alimentarias para sus animales de compañía, es posible que también lo hagan para ellos mismos.