Ni en Andalucía ni en Extremadura: el mejor tomate de España está en Zaragoza y lo cultiva una sociedad de agricultura ecológica

El tomate es una de las mayores delicias que ofrece nuestra tierra. En todo el mundo, se han llegado a cultivar hasta más de 10.000 variedades de esta fruta, un 10% de ellas en España, algunas con siglos de antigüedad. El tomate es básico en la dieta, protagonista en muchos de los platos típicos de nuestro recetario. Tanto es así que, según datos del Informe del Consumo Alimentario en España de 2023, cada español consumió 11,54 kilos anuales de tomate, situando a esta fruta como la tercera hortaliza fresca que más se consume en el país, solo por detrás de patatas y lechuga.

Son muchas las zonas de España que cultivan tomate: las tres principales son Extremadura, Andalucía y la Región de Murcia. En cada una de estas regiones, las variedades de cultivo son diferentes y, por tanto, también lo son sus usos en la cocina. Algunas variedades son ideales para comer en crudo en ensaladas, mientras que otros sirven para cocinar o envasar. Pero, ¿dónde se produce la mejor variedad de todas?

Es la pregunta a la que ha querido responder la Feria Nacional del Tomate Antiguo, que ha celebrado este año su sexta edición. En una ajustada final, el Perón de Zaragoza, una variedad de tomate cultivada en el pueblo de Cogullada (Aragón) por la sociedad de agricultura ecológica Huerto es Vida, ha revalidado su título de ser el mejor tomate de España, en un certamen celebrado el pasado sábado 24 de agosto en la localidad cántabra de Polanco. Así, este tomate recuperado de cultivos tradicionales del Alto Aragón se vuelve a subir a lo más alto del podio para recibir un premio que ya consiguió el pasado año.

El tomate cultivado por esta asociación de zaragozanos, cuyo objetivo es recuperar, investigar y divulgar variedades hortícolas antiguas que nada tienen que ver con los productos híbridos que hoy en día nos encontramos en los lineales de las grandes superficies, superó por muy poco a una variedad de Rosa de Sumbilla, procedente de huertos Santos Losua (Navarra).

En Huerto es Vida se dedican a conservar y cultivar esta variedad de ‘tomate antiguo’, una categoría que rodea a todos los participantes de esta feria anual. El término ‘tomate antiguo’ o ‘tomate heirloom’ (herencia o reliquia en inglés) se refiere a las variedades de tomate que han sido cultivadas y pasadas de generación en generación, a menudo durante muchas décadas.

Estos tomates se valoran por su diversidad genética y su sabor y textura únicos, a menudo considerados superiores a las variedades comerciales más comunes. Las semillas de estos tomates se guardan con mimo de un año para otro, permitiendo que las características específicas de la variedad se mantengan intactas. En ello se empeñan también desde esta asociación de agricultura, que defiende un cultivo 100% ecológico y una forma especial de entender la tierra.

Por otra parte, el tomate Brandy Boy, cultivado por David Aguirre, ha sido elegido el mejor tomate internacional por decisión unánime del jurado en un certamen al que se presentaron cerca de un centenar de ejemplares venidas de toda España, superando en la final a unas variedades de Ananás Noire y Berkeley Tie Dye. Por último, en la final local, el mejor tomate de Cantabria ha sido el de Alberto Díez, un veterano productor de Colindres, que presentó una variedad propia que lleva “cuidando desde hace décadas”.

El jurado de este certamen ha estado integrado por el chef Antonio Vicente; el bloguero cántabro Jesús Baquero (de El Mule Carajonero); la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz; y presidido por Pablo Gómez, presidente del Banco de Semillas de Tomates Antiguos.