En qué consiste la prueba del reloj que identifica los signos de demencia en cinco minutos

Un test efectivo para evaluar las capacidades cognitivas del paciente

Guardar

Nuevo

Imagen de recurso de una persona mayor (Europa Press)
Imagen de recurso de una persona mayor (Europa Press)

La prueba del reloj es una herramienta indispensable para detectar los primeros signos de demencia en un paciente. Gracias a este ejercicio, los especialistas pueden dar su veredicto en menos de cinco minutos. Los primeros síntomas de esta patología pueden variar de una persona a otra y, en ocasiones, llegan a ser difíciles de detectar en la vida cotidiana. Los más comunes son:

  • Pérdida de memoria
  • Cambios de humor
  • Pérdida de coordinación motora
  • Dificultad para interactuar o entender a los demás

La memoria a largo plazo, tal y como menciona Stima, se ve afectada con posterioridad, al igual que otras capacidades que se van deteriorando conforme avanza la patología, entre ellas: el lenguaje a nivel semántico y sintáctico, las capacidades ejecutivas de planificación y ejecución y dificultades para la concentración.

Existen otros signos de esta complicada enfermedad que afectan a distintas áreas, además de las cognitivas, provocando alteraciones conductuales. Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué ocurren, se cree que podrían deberse a los daños que se sufren a nivel cerebral o porque el paciente es consciente de que sus capacidades se están viendo alteradas y sufren episodios de frustración, irritabilidad y depresión.

En qué consiste el test del reloj

Reloj (Pexels)
Reloj (Pexels)

El test del reloj es una prueba muy efectiva para evaluar las capacidades cognitivas de los pacientes y detectar un posible deterioro cognitivo. Es un examen sencillo, pero que ofrece una información muy valiosa sobre la percepción visual, coordinación visomotora, capacidad visoconstructiva y de planificación y ejecución motora. De esta manera, se puede evaluar el lenguaje, la memoria a corto plazo o las funciones visoespaciales.

La prueba se basa en pedirle al paciente que dibuje un reloj con todas las horas y manecillas marcando una hora determinada (las 10:10, por ejemplo), tal y como explica Sanitas. Para hacerlo de manera óptima, debe ordenar los números, dibujar la esfera y colocar las manecillas en la posición que le ha indicado el profesional. Aunque a nuestros ojos parezca algo fácil, requiere el uso coordinado de diferentes áreas cognitivas: organización visual y motora, planificación y ejecución de la tarea encomendada y la memoria.

Dos maneras de realizar el test

El test puede hacerse de dos maneras diferentes:

  • Test del reloj a la orden: se le proporciona al paciente una hoja de papel en blanco, un lápiz y una goma de borrar. Después, se le pide que dibuje un reloj en el que estén todos los números de las horas ordenados y las manecillas marcando una hora determinada. Si considera que se ha equivocado, puede borrar y corregir el error.
  • Test del reloj a la copia: además del ejercicio anterior, se le entrega otro papel en el que ya hay un reloj dibujado y se le pide que lo replique de la manera más exacta posible.

Criterios de puntuación

Cuanto más baja sea la puntuación obtenida, mayor será el deterioro cognitivo del paciente. La evaluación se divide en tres partes:

  • Esfera: la puntuación va de 0 a 2, en función de si es circular, ovalada, asimétrica o no se ha dibujado.
  • Números: si están todos, si hay errores en su colocación dentro de la esfera, si se han puesto fuera de ella, si se dibujan alineados, etc. En este apartado la calificación va de 0 a 4.
  • Manecillas: se determina en función de si se han dibujado o no las dos, si se unen en el centro de la esfera, si la proporción de tamaño es correcta, si se ha marcado la hora solicitada, etc. La puntuación es la misma que la de los números.

La nota final se realiza sumando la obtenida en las dos pruebas. Si el resultado está por encima de 15, se considera que no hay deterioro cognitivo. En el caso de que fuera inferior, sí habría signos de la patología.

La neuróloga Miriam Emil Ortíz ha redactado un curso con una serie de pautas para retrasar la enfermedad del Alzheimer
Guardar

Nuevo