Receta de papanduxas, el postre típico de algunas aldeas de Galicia que se prepara en menos de 30 minutos

La gastronomía gallega se destaca por su sencillez y por el uso de productos de alta calidad como pescados, mariscos, hortalizas y verduras. Una de las características más sobresalientes de la cocina gallega es el respeto por la naturalidad de sus materias primas, para mantener intactos sus sabores. Por ello, la cocción suele ser la base de la mayoría de sus recetas, y los aditivos, adobos y especias se usan con moderación.

En otoño, en los caminos y bosques de Galicia, es común encontrar manzanas que han caído de los árboles, ya que están llenos de pomares. Así, se facilita la utilización de recursos naturales para crear platos sustanciosos con pocos ingredientes. Estas pequeñas frutas, a menudo pasadas por alto, se convierten en la base de un postre tradicional y sencillo gallego.

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Las Papanduxas término que proviene de los nombres antiguos en Galicia, son manzanas asadas, a menudo elaboradas en hornos de leña junto al pan casero, que adquieren un sabor especial y evocan la rica tradición culinaria de la región. Estas manzanas asadas, por su parte, son una forma perfecta de aprovechar recursos naturales y evocar formas tradicionales de cocina.

De acuerdo con Gastronomía de Galicia, en el pasado, mientras se horneaba el pan, también se asaban manzanas, maximizando el uso del calor del horno y resultando en las deliciosas Papanduxas, que han sido una forma eficaz de alimentar a las numerosas familias de antaño con recursos limitados. Así, complementar las manzanas con canela y yogur puede agregar un toque especial y fresco, ideal para esta época del año.

• 6 manzanas tabardillas
• Una cucharadita de azúcar
• Una pizca de canela
• Una cucharadita de mantequilla
• Orujo de hierbas

1. En primer lugar hay que precalentar el horno a 200º y esperar unos diez minutos hasta que esté listo para introducir la olla.
2. Mientras, se deben lavar las manzanas y cortar la parte de arriba. Para ello hay que clavarlas el cuchillo, o con un descorazonador, y hacerlas girar sobre sí mismas. De este modo habrá un huequito donde poder poner los demás ingredientes y, si se quiere, se puede retirar el corazón de la fruta, pero siempre sin tocar el fondo. Además, es importante reservar el sombrerito de la manzana que se ha quitado.
3. A continuación, hay que colocarlas en una cazuela de barro y poner 6 cucharadas de agua.
4. Encima de cada manzana, añadir una cucharadita de azúcar, una pizca de canela, una cucharadita de mantequilla y otra de caña de hierbas u otro licor de nuestra elección, incluso vino blanco. Seguidamente, se debe tapar con el sombrerito que se ha retirado anteriormente.
5. Cuando el horno esté listo, meter la cazuela con las manzanas en el horno y bajar la temperatura del horno a 190º-180º. De esta manera, se dejan sobre 25-30 minutos en el horno, o hasta que estén bien hechas por dentro.
6. Una vez fuera del horno, se pueden servir templadas o frías, acompañadas con un poco de helado de vainilla o nata montada.