En el corazón de la Sierra de Gúdar, en Teruel, se encuentra el fascinante municipio de Valdelinares, un pueblo que se alza como el más alto de todo el país, gracias a una impresionante altitud de 1,695 metros sobre el nivel del mar. Este récord, certificado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en 1998, pone sobre el mapa a este pequeño pueblo de poco más de 100 habitantes, un enclave que es también un destino turístico sin igual.
Su entorno natural y su cercanía a la famosa estación de esquí Aramón Valdelinares hacen de este pueblo un destino de gran popularidad en la zona. Los que visiten este pequeño municipio, ya sea para un fin de semana de esquí, una escapada de desconexión o una excursión de día, pueden encontrar en este pueblo una humilde pero atractiva oferta gastronómica, representada por un único restaurante en la misma plaza de la iglesia de la localidad.
Dentro de uno de los hoteles rurales que se encuentran en el centro de esta población encontramos El Refugio Gastropub, un local que sirve platos de cocina tradicional de la región y también creaciones culinarias modernas en un acogedor salón abierto durante todo el año. Su menú variado, sin grandes pretensiones, cuenta con entrantes clásicos como patatas bravas, oreja a la plancha o morro de cerdo; hamburguesas y tostas, ensaladas e incluso arroces, con opciones como el arroz de secreto, setas y foie. Además, sirve carnes como el solomillo de cerdo y de ternera, el secreto ibérico o las costillas.
A todo ello se suma una selección de vinos blancos, tintos y rosados, algunos de ellos llegados directamente de zonas con Denominación de Origen como Rueda, Ribera del Duero, Rioja o Rías Baixas.
El pueblo más alto de España
El municipio de Valdelinares cautiva a sus visitantes no solo por su altitud, sino también por su privilegiado entorno natural. Valdelinares, que significa “Valle entre pinares”, hace honor a su nombre con los frondosos bosques de coníferas que lo rodean, reflejados también en su escudo municipal con cinco majestuosos pinos verdes.
Su atractivo se incrementa con la cercanía de la famosa estación de esquí, Aramón Valdelinares, que se encuentra a tan solo 7 kilómetros del núcleo urbano. Este centro de deportes invernales atrae a esquiadores y turistas que buscan disfrutar de la nieve y el paisaje espectacular.
Además de la estación de esquí, otro de los indudables atractivos de Valdelinares son sus bosques de pino moro, que constituyen una verdadera joya botánica, ya que esta especie es muy rara y solo se encuentra en esta zona meridional de Europa.
A pesar de su creciente atractivo turístico, Valdelinares ha logrado preservar su autenticidad y su ambiente rural tradicional. La economía del municipio sigue basándose principalmente en actividades del sector primario, como la ganadería, la silvicultura y las prácticas agrícolas. Al recorrer sus calles, los visitantes pueden admirar construcciones de los siglos XVII y XVIII, que son un reflejo de la arquitectura popular de la región y que confieren al casco urbano un aire histórico y auténtico.
Entre los monumentos de interés destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XVIII, una edificación que, con su arquitectura austera y su impacto visual, se erige como un símbolo de la religión y la historia del lugar. También se puede visitar la Ermita de Nuestra Señora de Loreto, un pequeño templete del siglo XVIII que exhibe los rasgos típicos de las construcciones populares de la región.
Para los amantes de la naturaleza y el senderismo, Valdelinares ofrece una experiencia inolvidable con rutas que permiten explorar su rica biodiversidad y entorno natural. Uno de los secretos mejor guardados del municipio es la Cascada de las Lavaderas, un rincón de belleza salvaje que recompensa a los aventureros que se atreven a acceder a sus escarpados senderos. Aunque el acceso es desafiante, el esfuerzo vale la pena para contemplar este espectáculo natural.
En cuanto a su situación geográfica, Valdelinares se encuentra a unos 70 kilómetros de la ciudad de Teruel, lo que lo hace relativamente accesible para aquellos que desean descubrir este rincón alto y tranquilo de España. La combinación de su fascinante altitud, su rica historia y su entorno natural hacen de Valdelinares un destino que merece la pena visitar y explorar.