“Si en la carretera ves camiones aparcados frente a un restaurante, para, que seguro que se come bien”. Seguro que alguna vez has escuchado esta u otras frases similares, afirmaciones tan estereotípicas como, en muchos casos, completamente ciertas. Y es que nadie como los transportistas, expertos en rutas, cruces y caminos, para desvelar los secretos de cada una de las carreteras de nuestro país, y por supuesto, de sus mejores restaurantes.
Comer en un bar o área de servicio de carretera no es solo una cuestión de supervivencia, y si sabemos en qué lugar parar, podemos incluso llevarnos una grata sorpresa. Hay grandes restaurantes esparcidos en las carreteras nacionales, autopistas y autovías que recorren España de punta a punta; no en vano, las grandes guías gastronómicas del mundo de la cocina española, como son, por ejemplo, la Repsol y la Michelin, nacieron en las carreteras.
Tal es el conocimiento que los camioneros españoles acumulan en su haber que se han puesto de acuerdo para elaborar su propio mapa, una guía titulada El Camionero Recomienda que nos ofrece los mejores restaurantes de las carreteras españolas. De entre todos los establecimientos que se enumeran en esta recopilación, hay uno en concreto que destaca por su larga historia, su enorme y constante afluencia de clientes y su amplia propuesta gastronómica.
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El restaurante Área 103, un icono de la A-2
Área 103 es uno de los restaurantes más famosos de toda la red de carreteras española, no solo por encontrarse en el área de servicio más grande del país, sino también por una oferta gastronómica que no debería pasarnos desapercibida. Este establecimiento, con más de un siglo de existencia, se ha convertido en una referencia vital para los camioneros que transitan por la A-2 —tanto que recibe, más de 2.000 visitantes al día—.
Inaugurado en 1889, este área de descanso se encuentra en Almadrones (Guadalajara) y actualmente lo gestiona la cuarta generación de la familia Rebollo. Su cocina está reconocida por la Guía Repsol, que lo incluye en su lista de Soletes de Verano.
La historia de Área 103 comenzó con Celestina, la bisabuela de la familia, quien asumió la “Venta de Almadrones” en 1889. A partir de ahí, la gestión pasó a manos de Cayetana y Mariano, los abuelos, seguidos por Nieves y Antonio, los padres de los actuales responsables. Antonio Rebollo Bachiller, casado con Nieves, fue un camionero que frecuentaba la Venta de Almadrones en sus viajes a Zaragoza. Tras abandonar su trabajo como transportista, se dedicó en cuerpo y alma al restaurante, centrándose en mejorar este punto de descanso y ayudando a los camioneros a encontrar en este área un punto de descanso, ayuda y buena compañía.
La oferta gastronómica de Área 103 destaca por sus platos tradicionales y por sus asados, especialmente el cabrito al horno de leña. Entre los platos más demandados se encuentran los crujientes torreznos, que han ganado fama más allá de os límites de la A-2. La carne a la brasa es otra de las especialidades indiscutibles de la casa, cortes como el entrecot de lomo bajo madurado, la picaña, el chuletón o el cerdo ibérico. Además, el restaurante abastece su cocina con verduras y hortalizas cultivadas en su propio huerto, garantizando la presencia de ingredientes frescos y de alta calidad en todas y cada una de sus elaboraciones.
Pero la oferta gastronómica de este alto en el camino no termina aquí. Además de su restaurante, Área 103 presume de un bar donde, además de un menú diario por 14 euros, cuentan con una cuidada carta de desayunos y de almuerzos, así como una barra llena de tapas que disfrutar con un refresco o una caña bien fría.
El establecimiento también cuenta con una tienda de productos gourmet bajo su marca ‘Acojonante’, donde se pueden adquirir diversas especialidades culinarias. De su sección de dulces destacan los ’Almadrones’, unos pequeños dulces que reciben el nombre del municipio guadalajareño en el que se ubica el Área 103. Estos bocados son un postres de creación propia, una receta que heredaron de la abuela Nieves, tercera generación de esta familia, elaborada a base de bizcocho y crema pastelera. Además, Área 103 ofrece servicios adicionales como un bar, hotel, gasolinera y asistencia mecánica con grúas y neumáticos.