El restaurante con un patio cordobés en el que comer muy bien con vistas a la Mezquita-Catedral

La Guía Repsol incluye este restaurante de Córdoba en su lista de Soletes, una recomendación que tiene que ver con la calidad de su producto y también con su agradable y refrescante patio

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El famoso Festival de los
El famoso Festival de los Patios Cordobeses fue declarado en 2012 Patrimonio de la Humanidad (Shutterstock España)

En momentos de calores extremos, los patios se convierten en auténticos oasis de refugio, calma y sombra. En Córdoba, una de las ciudades más calurosas del sur español, los patios son auténticos tesoros, recovecos en los que la historia y la cultura impregnan sus blancas paredes, salpicadas de color gracias a las flores que en ellas cuelgan sus dueños. Los Patios de Córdoba viven su máximo esplendor en la primera quincena de mayo con el Festival de los Patios Cordobeses (Patrimonio de la Humanidad), cuando los propietarios de todos los patios participantes en el concurso abren sus patios y el público puede visitarlos.

Uno de estos patios típicos del centro histórico cordobés esconde uno de los mejores restaurantes de toda la ciudad, un enclave con más de 50 años de historia que se ha convertido en un clásico gracias a su propuesta de cocina tradicional cordobesa traída a la actualidad. Hablamos de El Caballo Rojo, un restaurante ubicado en la Judería de Córdoba, junto a la Mezquita-Catedral. De hecho, desde su patio, se pueden apreciar unas vistas únicas hacia su Torre Campanario.

Restaurante El Caballo Rojo, en
Restaurante El Caballo Rojo, en Córdoba

La suma de estos elementos da como resultado un establecimiento único, conocido en toda la ciudad, que es también atractivo para turistas y visitantes. Tanto es así que, desde el año pasado, este icono de la gastronomía cordobesa puede presumir de una nueva distinción, el Solete Repsol. Este distintivo, ofrecido por la Guía Repsol, se entrega a aquellos locales que se diferencian por su esencia auténtica, sitios casuales que nos pueden sorprender por su producto, servicio o personalidad.

En el caso de El Caballo Rojo, son su propuesta culinaria de inspiración cordobesa y su pintoresco patio lo que han llamado la atención de los críticos de la guía, que lo incluían en su selección de Patios donde brilla el Solete. “Cómo se agradece en estas fechas un lugar así en una de las ciudades más calurosas de España: desde este patio acogedor, de paredes encaladas y repleto de plantas bien cuidadas, en la Judería de Córdoba junto a la Mezquita, se pueden tomar por ejemplo, unas berenjenas fritas, una ‘focaccia’ de salmorejo de asadillo y atún ahumado o rosada frita con alioli de limón. El clásico ‘El Caballo Rojo’ volvió a abrir hace poco con una nueva propuesta y encanta a la clientela de siempre y a los nuevos adeptos”.

Fundado en 1962 por José García Marín, conocido como “Pepe el del Caballo Rojo”, el establecimiento comenzó su andadura en la calle Deanes. Una década después, se trasladó cerca de la Mezquita de Córdoba, a un edificio nuevo que ofrecía mayor capacidad y confort para atender a un público cada vez más amplio.

Actualmente, la dirección del restaurante está en manos de María Escribano García, representante de la tercera generación de la familia fundadora. Bajo su liderazgo, El Caballo Rojo sigue siendo un referente no solo para locales y visitantes nacionales, sino también para turistas internacionales que desean disfrutar de la gastronomía cordobesa.

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Cocina mozárabe con productos cordobeses

El restaurante El Caballo Rojo ofrece una propuesta gastronómica que fusiona la cocina tradicional de Córdoba con la rica herencia mozárabe. La carta del establecimiento recoge influencias culinarias de romanos, árabes, judíos y cristianos, creando una deliciosa amalgama que resulta en una cocina de sabores distintivos y profundamente enraizados en la historia local.

Los platos del restaurante son el resultado de un minucioso proceso de investigación culinaria, en el que se revisitan recetas antiguas sin renunciar a la innovación. Para elaborarlos, desde el Caballo Rojo aprovechan una amplia variedad de ingredientes autóctonos de la región cordobesa, entre ellos, aceites de Baena, vinagres y vinos de Montilla-Moriles, ajos de la campiña, hortalizas de Cabra, espárragos de la Vega del Guadalquivir y productos ibéricos de los Pedroches.

Así se conforma una carta llena de clásicos bien ejecutados como son el rabo de toro, la mazamorra, las berenjenas con miel o el salmorejo, propuestas tradicionales que se suman a recetas más modernas como puede ser el atún rojo con salsa de mango y algas, otra de sus especialidades.

Salmorejo y calamares en un
Salmorejo y calamares en un bollito de pan negro (Instagram / @elcaballorojocordoba)

Además de su carta, dentro de su oferta gastronómica se incluye un menú degustación que permite a los comensales explorar algunas de las mejores especialidades del restaurante, así como un menú del día que ofrece platos representativos a precios accesibles. Para una experiencia más relajada, también se puede disfrutar de una zona de tapas que invita a deleitarse con la variedad de su cocina en un ambiente más distendido.

Para acompañar sus platos, el restaurante ofrece una selecta carta de vinos locales, destacando cosechas excepcionales mantenidas en óptimas condiciones. Además, aquellos interesados en prolongar su experiencia pueden disfrutar de una variada selección de licores y destilados de marcas prestigiosas.

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