La leyenda gastronómica que explica cómo la pasta llegó a ser un plato típico de Italia: ¿la llevó Marco Polo?

Es difícil encontrar a alguna persona a la que no le guste la pasta, considerada un manjar por los más pequeños y una receta rápida, sencilla y deliciosa por los mayores. Su popularidad ha generado una gran innovación en torno a este plato típico de Italia, que es posible combinar con un sinfín de ingredientes, salsas y sabores. Pero lo cierto es que la leyenda gastronómica que explica cómo llegó a ser una de las señas de identidad de la cultura culinaria del país vecino aún es desconocida para muchos. ¿La llevó de verdad Marco Polo?

Espaguetis, tallarines, ravioli, fusilli, ñoquis, macarrones… Los tipos de pasta son infinitos. De hecho, en la actualidad, se calcula que hay más de 300 variedades. Aunque los espaguetis son los más conocidos del mundo y se emplean en multitud de recetas exquisitas. Sin embargo, todos tienen en común que suelen ser un plato habitual en los hogares españoles y que, a pesar de que su elaboración es sencilla, puede elevarse su calidad con facilidad, por ejemplo, al seguir un truco del chef José Andrés: tostarla antes de hervirla.

Cuando se analizan los orígenes de ciertos platos, como es el caso de la pasta, hay que tener en consideración que es probable que haya una parte de fantasía y otra de realidad. Pero, sea como fuere, resulta curioso descubrir si el mito es cierto y fue traída de China por Marco Polo. Y es que está comprobado que los chinos ya consumían fideos hace 3.000 años y la historia del explorador veneciano resulta creíble, ya que el mundo occidental adoptó multitud de innovaciones del oriental en la Edad Media.

El origen de la pasta ha generado debates durante años, a menudo asociándose incorrectamente con Marco Polo. Sin embargo, hay evidencias históricas que sugieren que ya formaba parte de la dieta italiana antes del retorno del explorador en 1295. Según un documento legal de 1279, un soldado genovés, Ponzio Bastone, poseía un cesto de macarrones, lo que indica que la pasta seca era un alimento común entre los soldados casi dos décadas antes del regreso del veneciano.

La versión popular que atribuye la introducción de la pasta a Marco Polo proviene de un artículo del Macaroni Journal publicado en 1929. Esta revista, que era el órgano oficial de la Asociación Nacional de la Pasta en Estados Unidos, narraba una historia en la que un marinero de la tripulación de Polo conocía a una joven china que fabricaba finas hebras de fideos. Según la publicación, el marinero, llamado Spaghetti, llevó estos fideos a Italia.

Sin embargo, esta narrativa se considera hoy en día más una fábula que una realidad. La historia incluye elementos que recuerdan a cuentos como el de Simbad y las judías mágicas, sugiriendo que su veracidad es dudosa. La credibilidad que se le dio originalmente proviene en parte de la autoridad de la fuente, la Asociación Nacional de la Pasta, pero los estudios han demostrado que la pasta tenía una presencia establecida en Italia antes del siglo XIII.

Este hallazgo refuerza la idea de que la pasta es un invento italiano independiente del contacto con Oriente. Documentos y pruebas arqueológicas continúan desafiando mitos ampliamente aceptados, proporcionando una visión más precisa del desarrollo de los alimentos a lo largo de la historia.

Al igual que ocurre con su historia, es probable que algunas curiosidades de la pasta no sean todavía conocidas por parte de la población, a pesar de su enorme popularidad en Italia y en el resto de países en los que se consume de manera habitual:

• Tiene sus orígenes en Italia, aunque hay registros de alimentos similares en China y el mundo árabe.
• Existen más de 300 tipos diferentes de pasta, cada uno diseñado para complementar salsas y platos específicos.
• La pasta integral contiene más fibra que la blanca, lo que la hace una opción más saludable.
• “Al dente” es la textura ideal de la pasta, lo que significa que debe ser firme al morder.
• Los italianos son los mayores consumidores de pasta en el mundo, con un promedio de 23.5 kg per cápita por año.
• La pasta seca puede durar hasta dos años si se almacena correctamente en un lugar fresco y seco.
• El Día Mundial de la Pasta se celebra el 25 de octubre.
• La pasta se cocina en agua hirviendo con sal; agregar aceite al agua es un mito y no se recomienda.
• Contrario a la creencia popular, la pasta no engorda si se consume en porciones adecuadas.
• En Italia, es común utilizar solo cuatro ingredientes principales: harina, agua, sal y, en algunos casos, huevo.