“Con cabeza sí, de cabeza no”, es el lema de la campaña de este verano para concienciar a la sociedad del peligro de zambullirse en piscinas, playas, ríos o pantanos sin cuidado y sin conocer las condiciones de profundidad de la zona. El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), la Federación Nacional ASPAYM (Federación de Asociaciones de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos), Cruz Roja y la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo vuelven a lanzar un mensaje que apela a la prudencia como la medida más eficaz para evitar consecuencias indeseables de una mala caída, como una lesión medular.
Las organizaciones implicadas en la campaña recuerdan que las zambullidas en agua poco profundas o desconocidas son una de las principales causas de lesiones medulares, especialmente durante los meses de verano cuando más personas practican actividades acuáticas. “Una zambullida mal calculada puede llevar a un impacto violento de la cabeza contra el fondo, causando fracturas cervicales y daños severos a la médula espinal. Las consecuencias pueden incluir parálisis parcial o total, pérdida de la sensibilidad y control motor, y una necesidad de asistencia de por vida”, subrayan.
En una nota de prensa, la directora médica del Hospital Nacional de Parapléjicos, Mónica Alcobendas, señala que el año pasado fueron 7 zambullidas, todos varones, todas lesiones de C4 a C6, 4 de ellas completas motoras, edad con rango de 15-44 y media de 32 años. “Se trata de lesiones medulares severas con gran repercusión funcional que ocurren en personas jóvenes y que podrían haberse evitado. Por ello es de vital importancia la concienciación”, explica.
Las consecuencias de una mala caída pueden llegar, incluso, a ser mortales. Por ello, es vital seguir las recomendaciones de los expertos y evitar ponerse en riesgo. Para ello, la campaña incluye una serie de consejos para prevenir cualquier tipo de accidente.
Prevención y precaución
- Conocer la profundidad. Nunca hay que zambullirse en aguas de las que no conoce la distancia hasta el fondo. Siempre se debe asegurar de que el agua sea lo suficientemente profunda para evitar el contacto con el fondo.
- Hacer una entrada cauta. Ingresar al agua con los pies primero la primera vez, de manera que se pueda evaluar la profundidad y la presencia de objetos sumergidos.
- Mantener una supervisión adecuada. Los niños y adolescentes deben estar siempre supervisados por un adulto responsable cuando practiquen actividades acuáticas.
- Evitar el alcohol. El consumo de alcohol reduce la capacidad de juicio y aumenta el riesgo de tomar decisiones peligrosas.
- Señalización y Educación. En piscinas y zonas de agua públicos, asegurarse de que haya señalización clara sobre las áreas seguras para zambullirse y educar a todos los participantes sobre los riesgos.
¿Qué hacer en caso de accidente?
En caso de que haya un accidente por una zambullida, las entidades que firman la campaña señalan que es crucial actuar rápidamente y llamar a los Servicios de Emergencia. También recuerdan la importancia de mantener la calma hasta que llegue la asistencia profesional y no mover a la persona herida, porque una movilización incorrecta puede agravar la lesión. Solo hay que mantener a la persona quieta y en la posición en que fue encontrada.