España es uno de los países de la Unión Europea, junto con Italia y Francia, con más productos protegidos por la Unión Europa. No es de extrañar conociendo el gran abanico de productos de calidad que se pueden encontrar en la gastronomía española; desde verduras como la alcachofa de Tudela hasta carnes como la de Salamanca, Ávila o Cantabria, pasando por quesos como el de Cabrales o el Idiazabal y hasta cereales como el Arroz de Valencia.
Sellos de este tipo avalan la calidad gastronómica de los productos así referenciados, reconociendo que cuentan con unas características propias que son únicas en el mundo y que, además, están invariablemente vinculadas a su origen geográfico y a su saber hacer tradicional. En total, España cuenta con 376 productos con Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas, los dos sellos de calidad de mayor referencia a nivel nacional y europeo. Ahora, tres nuevos éxitos se suman a esta lista, con tres incorporaciones perseguidas durante años que posicionan a estos deliciosos productos dentro del Olimpo culinario de nuestra gastronomía.
IGP Cochinillo de Segovia
Quizá sea el producto con más renombre de este trío. El pasado lunes 8 de julio de 2024, el Diario Oficial de la UE anunciaba la creación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Cochinillo de Segovia”, que quedaba así inscrita en el registro de la Unión Europea de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas y, por tanto, quedaba así protegida por los derechos de propiedad intelectual.
Este logro marca un hito en la protección y reconocimiento de la calidad del “Cochinillo de Segovia”, un alimento conocido por su carne tierna y sabor característico, alimentado exclusivamente con leche materna, que se distingue por sus canales de carne rosada y firme. La zona geográfica de producción incluye toda la provincia de Segovia y la comarca de La Moraña en Ávila, donde se lleva a cabo el nacimiento, cría, sacrificio y despiece de los animales, con lo que se garantiza la frescura y calidad del producto.
Esta carne se comercializa en dos formatos: fresca o en su variante que más tradicional, asado al horno de leña. Para esta forma de elaboración, el animal se coloca de espaldas, y se abre el espinazo de un lado a otro. Para cocinarlo se utiliza una cazuela de barro con agua y manteca y se introduce en el horno, siendo necesarias unas 3 horas de cocción. Para servirlo, es tradición en los restaurantes segovianos partir el asado con un plato que sustituye al cuchillo y certifica su ternura.
DOP Miel de Ibiza
Otro de los productos que se suma a estas prestigiosas listas europeas es la Miel de Ibiza (Mel d’Eivissa), aprobada por la Comisión Europea el pasado 5 de julio. De esta forma, la miel de abeja producida en la isla balear se encuentra, a partir de ahora, en el registro de productos bajo Denominación de Origen Protegido (DOP), uno de los regímenes de calidad de la UE.
Esta miel tan especial está producido a partir del néctar de las flores localizadas en determinadas plantas de la isla, por lo que la Comisión reconoció que el carácter específico de esta miel es “directamente atribuible a la flora”, un factor natural intrínseco a la isla, según una nota de la institución. El resultado es una miel de color ámbar, aspecto limpio y sin impurezas. El aroma es floral, fresco, con notas alcanforadas y su viscosidad de mediana a elevada. El sabor es dulce, con posibles notas ácidas y sensación refrescante.
Pero la miel de Ibiza es también fruto de la técnica y la destreza de los apicultores ibicencos, que han sabido aprovechar las particularidades de la diversidad botánica de la isla marcada por la presencia de cuernecillos, jaras, trébol amarillo, trébol hediondo y otras leguminosas.
Espárragos de Guadalajara
La tercera y última incorporación de esta última oleada de reconocimientos fue para la IGP “Espárrago verde de Guadalajara”, una verdura muy especial que se produce únicamente en esta provincia de Castilla y León. El proceso de obtención de la IGP de espárrago verde de Guadalajara se inició en noviembre de 2022, cuando la Asociación Espárrago de Guadalajara presentó la solicitud con la finalidad de proteger los más de 2,5 millones de kilos de producción que Guadalajara suministra tanto a mercados nacionales como internacionales. Ahora, esta solicitud ha sido aceptada.
El espárrago verde de Guadalajara se cultiva en 44 municipios de Castilla-La Mancha, ubicados entre las comarcas de la Sierra, la Campiña y la Alcarria Alta, y destaca por sus características únicas, tiernos y jugosos, con un equilibrio perfecto de notas dulces y amargas. El frío invernal y la incidencia de heladas tardías de estas zonas de la parte occidental de la provincia hacen que la tasa de crecimiento del espárrago sea lenta, lo cual favorece una mayor concentración de sólidos solubles y un pH entre 5.7 y 5.9, lo que le da unas características únicas.
Qué es una DOP y una IGP
Tanto la Denominación de Origen Protegida (DOP) como la Indicación Geográfica Protegida (IGP) son sellos de calidad diferenciada que reconocen el conjunto de características peculiares y específicas de un alimento, debidas al origen de las materias primas utilizadas y a los procedimientos de elaboración asociados a él.
Estos productos están regulados por la normativa de la Unión Europea, que garantiza el cumplimiento de unos requisitos de calidad adicionales a los exigidos para el resto de productos convencionales. De esta forma, los productos y su calidad excepcional están protegidos con sus propios derechos de propiedad intelectual, gracias a sellos inconfundibles que distinguen a estos alimentos de posibles imitaciones.
Una DOP y una IGP tienen en común dos características principales. Ambas suponen un nombre que identifica un producto originario de un lugar determinado y las dos reconocen que existe un vínculo o relación causa-efecto entre las características específicas del producto y el medio geográfico de la zona. Pero también cuentan con algunas diferencias.
En un producto con DOP, todas las fases de producción se realizan en la zona geográfica definida, mientras que en un producto con IGP solo es necesario que una de las fases se realice en la misma zona geográfica. Además, en un producto con DOP, el vínculo entre las características del producto y la zona geográfica en que se produce es más fuerte que en uno con IGP, ya que en el producto con Denominación de Origen Protegida las cualidades se deben fundamental o exclusivamente a la zona geográfica, mientras que en un producto con Indicación Geográfica Protegida solamente es necesario que una cualidad, una reputación o una característica se deba a la zona geográfica.