Los 8 sencillos hábitos recomendados por un experto en longevidad que aumentan nuestra esperanza de vida

El doctor Iván Ibáñez ofrece una serie de recomendaciones para vivir más años llenos de salud

Guardar
Una pareja de ancianos haciendo
Una pareja de ancianos haciendo footing (Shutterstock)

Los datos son reveladores: nuestra sociedad envejece a un ritmo de vértigo. No es de extrañar que cada vez tengamos más interés por la medicina antienvejecimiento o antiaging, que es aquella enmarcada dentro de la medicina preventiva. Esta especialidad busca retrasar la aparición de enfermedades asociadas a la edad, como la artritis, la hipertensión o la diabetes, y alargar nuestra esperanza de vida. Se conoce como la medicina de las 5P:

España es el país con mayor esperanza de vida de toda la Unión Europea: los españoles vivimos una media de 84 años, seguidos de Italia (83,8 años) y Malta (83,6 años). Sin embargo, no nos basta con vivir hasta los 100 años, pues lo ideal es llegar con buena salud física y mental. Es lo que se conoce como esperanza de vida útil, que es el tiempo que podemos vivir encontrándonos sanos.

El doctor Iván Ibáñez es experto en longevidad, medicina antiaging y metabólica, además de director de la Clínica Longevidad en Girona y miembro de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL). Durante una entrevista con Infobae España, ha asegurado que “la longevidad es influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Es lo que se le llama epigenética. La genética influye solo, en general, en un 20% y la epigenética o estilo de vida un 80%. Si bien no podemos cambiar nuestra genética, sí podemos influir significativamente en nuestra esperanza de vida a través de nuestras elecciones diarias”.

Hábitos para aumentar nuestra esperanza de vida

Por ello, el doctor Ibáñez ha ofrecido una serie de recomendaciones a seguir, sencillos hábitos que podemos incorporar en nuestra rutina para prolongar nuestra vida, así como aumentar nuestra esperanza de vida útil.

  • Ejercicio regular: al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana, incluyendo ejercicios de fuerza con algunos picos de alta intensidad, aunque siempre hay que personalizar y buscar la dosis hormética o de estímulo mínimo-eficaz para que exista un beneficio y adaptación.
  • Dieta equilibrada: dietas ricas en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Además, se deben evitar ciertos alimentos que pueden acelerar el envejecimiento, como los azúcares refinados, las grasas trans, la carne procesada o el alcohol en exceso.
  • Manejo del estrés: a través de técnicas como la meditación, el yoga o la terapia.
El doctor López Rosetti nos cuenta las causas por las cuales nos estresamos.
  • Sueño adecuado: 7-9 horas de sueño de calidad por noche. Durante el sueño, el cuerpo produce hormonas de crecimiento que ayudan a reparar tejidos y músculos, y el cerebro elimina toxinas acumuladas durante el día o la hormona melatonina con un gran poder antioxidante.
  • Hidratación: beber suficiente agua a lo largo del día. La recomendación más extendida es la de beber entre 2 y 3 litros de agua al día, lo que equivale a 8 vasos diarios.
  • Relaciones sociales: mantener conexiones sociales fuertes y positivas.
  • Evitar conductas de riesgo: no fumar, moderar el consumo de alcohol y evitar el sedentarismo.
  • Cuidado preventivo: visitas regulares al médico para chequeos específicos que puedan detectar en etapas tempranas posibles enfermedades.
Guardar