Ocurre en muchas casas. Al final de la comida sobra algo de pan que, luego, dejamos apartado, se endurece y acabamos tirando porque, más que una hogaza, parece una piedra. Pero esto no tiene por qué ser así. Aunque lo más común es utilizar estos trozos de pan restante para unas tostadas, pan rallado o picatostes, en realidad existen en el recetario español muchas recetas de aprovechamiento que nos permitirán utilizar estos trozos.
Así, conseguiremos darle una segunda vida al pan sobrante, utilizándolo para un fin delicioso y que, encima, nos puede salvar una comida, una merienda o una cena. Las torrijas, las migas, el salmorejo o los budines de pan son solo algunos ejemplos de las muchas posibilidades que nos ofrece nuestra gastronomía tradicional.
Los huevos tontos son una de las recetas más típicas de aprovechamiento del pan seco, una elaboración que, con el paso del tiempo, se ha ido enriqueciendo con otros ingredientes. La versión básica incluye únicamente pan seco, leche, huevos, ajo, perejil y aceite para freír, una combinación que resulta en este plato sencillo, rápido y muy saciante. Pero, en realidad, hay muchas versiones de esta receta, algunas que añaden ingredientes como los taquitos de jamón, el atún desmigado, las sobras de pollo...
Este plato sencillo y humilde tiene sus orígenes en tiempos de escasez, cuando había que ingeniárselas para alimentar a toda la familia con los pocos ingredientes disponibles. A pesar de su nombre curioso, los huevos tontos son en realidad una muestra de cómo la creatividad en la cocina puede transformar ingredientes básicos en una delicia reconfortante y nutritiva, cómo una combinación de ingredientes tan sencilla, tan ‘tonta’, puede dar como resultado un plato tan rico y saciante.
Receta de huevos tontos
Tiempo de elaboración: 20 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes:
- 200 g de pan duro
- 2 o 3 huevos
- 2 dientes de ajo
- 120 ml de leche
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Elaboración:
Preparar el pan: Cortar el pan duro en trozos pequeños y remojarlos en un bol con leche hasta que se ablanden, aproximadamente 20 minutos, removiendo para que el pan vaya absorbiendo bien el líquido.
Escurrir el pan: Una vez que el pan esté blando, escurrir bien el exceso de leche, presionando con las manos o utilizando un colador.
Mezclar los ingredientes: En un bol grande, batir los huevos. Picar o rallar el ajo finamente y añadir a los huevos junto a la sal y perejil bien picado. Agregar el pan escurrido y mezclar bien hasta obtener una masa homogénea.
Formar las tortitas: Con las manos, formar pequeñas croquetas de la masa de pan y huevo.
Freír las tortitas: Calentar abundante aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Freír las croquetas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 3-4 minutos por lado.
Escurrir el exceso de aceite: Sacar las tortitas de la sartén y colocarlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir: Servir caliente, espolvoreadas con perejil fresco picado si se desea.