El pueblo español en la frontera con Francia que tiene un restaurante con dos estrellas Michelin

Este restaurante continúa la tradición de una antigua fonda que comenzó a funcionar en 1939, con una ubicación privilegiada frente al horizonte mediterráneo

Restaurante Paco Pérez - Miramar

Sentarse a comer frente un ventanal con vistas al mar, disfrutando del horizonte mediterráneo, es una experiencia de un valor casi incalculable. Estos paisajes elevan al siguiente nivel la oferta gastronómica de cualquier restaurante, haciendo que incluso merezca la pena visitarlos solo por disfrutar del espectáculo. Pero, a veces, el impresionante paisaje hace solo de complemento para una cocina de altísimo nivel que justifica por sí sola la visita.

Esto es lo que sucede en el pequeño pueblo pesquero de Llançà, en la Costa Brava, un enclave marinero en el que se encuentra Miramar. Este restaurante continúa la tradición de una antigua fonda con habitaciones que existe en la zona desde 1939, con una ubicación privilegiada: en el paseo marítimo de Llançà, justo en frente de la playa principal de la población.

Paco Pérez es el chef responsable de este restaurante de dos estrellas Michelin, un cocinero que representa la alta gastronomía de la Mar d’Amunt, territorio fronterizo de mar y de montaña que se extiende desde el Cap de Creus al Cap Cerbère. Junto con Montse Serra, su mujer, nieta de los fundadores de la fonda y maître, regenta un restaurante que cuenta también con cinco suites y unas impresionantes vistas a la costa.

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A solo un paso de Francia, Paco ofrece una carta con inspiración marinera, lo que toca en un espacio cuyos ventanales permiten contemplar a los pescadores que salen a faenar. A sus elaboraciones clásicas se suman algunos toques de vanguardia, que han hecho que este restaurante haya conseguido el reconocimiento de la Guía Michelin, con dos estrellas, y el de la Guía Repsol, con tres de sus soles.

En Miramar se trabaja a partir de la materia prima de su entorno más cercano, aunque en sus platos también se reflejan las raíces andaluzas del chef, en cuya cocina marinera de hoy se pueden sentir los ecos de esos orígenes. Destacan platos como el Tartar de ventresca de atún, con caviar, sandwich de su lomo y algas; el Tartar de ostras con caviar y aire de manzana; o el Arroz Meloso ‘Verano’ con bogavante, calamaró y verduras de su huerta.

Platos del restaurante Miramar, en Llançà (Instagram / @pacoperezmiramar)

En el restaurante Miramar se puede encontrar una pequeña carta con platos de autor que ensalzan al máximo el concepto “mar y montaña” y dos maravillosos menús degustación: MARROIRE’24 (240 €), dedicado a las materias primas marinas del entorno, así como Memoria, Territorio y Cultura (205 €), una propuesta de varios platos de la carta en una versión más reducida, y un postre especial para cada temporada.

Además de su oferta gastronómica, Paco Pérez ha abierto ahora su propia tienda, a la que ha llamado A mà (A mano, en catalán). A ella solo se accede por un gran ventanal abierto en la fachada lateral del edificio, situado frente al mar. Allí, en la trastienda de su restaurante, el chef tiene su propio obrador donde elabora los productos artesanales que luego pone a la venta para la gente del pueblo: pan recién horneado, bollería casera, focaccias... Pero también allí se pueden comprar ingredientes como mermelada de manzanas y peras del Empordà, un garum para darle sabor a las comidas, chocolates, misos o crema de cacahuete.

Llançà, un pequeño pueblo a solo 30 km de Francia

Costa de Llançà, en la comarca del Alt Empordà (Restaurante Miramar)

El espectacular entorno en el que se encuentra este restaurante es otro de sus indudables atractivos. Miramar es uno de los mejores restaurantes de Llançà, una pequeña villa mediterránea de unos 5.000 habitantes a solo 30 kilómetros de la frontera con Francia.

Este pequeño pueblo se ubica en un valle, en medio de un paisaje único que combina mar y montañas, en la comarca del Alt Empordà, en el nordeste de Cataluña. Sus 7 kilómetros de costa están salpicados por un total de 22 playas y calas con mucho encanto. Así, Llançà queda rodeada, tanto por tierra como por mar, por dos espacios naturales protegidos, el Parque Natural del Cap de Creus y el Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera.

Este municipio cuenta aún con un puerto con actividad pesquera, además de tener un espacio dedicado a la navegación deportiva. Así, Llançà puede presumir de una maravillosa gastronomía, llena de ingredientes frescos y platos magníficos elaborados con el pescado fresco recogido en la zona. Además de este galardonado restaurante, los amantes de la gastronomía y el vino pueden encontrar muchas otras deliciosas opciones, así como rutas y actividades enológicas.

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