Receta de conejo al ajillo, un guiso delicioso y tradicional con una carne magra llena de propiedades nutricionales

La carne de conejo es un alimento de gran versatilidad gastronómica y que, además, es muy apreciada por sus propiedades nutricionales

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Receta de conejo al ajillo (Ure/Shutterstock)
Receta de conejo al ajillo (Ure/Shutterstock)

El conejo al ajillo es una receta con pocos ingredientes y un sabor delicioso que ha pasado de generación en generación en la cocina española. Este plato, aunque sencillo en su preparación, destaca por su sabor profundo y su aroma irresistible. Es una opción perfecta para quienes buscan una comida fácil, tradicional, sabrosa y nutritiva, además de ser una excelente manera de disfrutar de la carne de conejo, que es baja en grasas y alta en proteínas.

Tradicionalmente, este plato se prepara en cazuelas de barro y se sirve acompañado de patatas fritas o una ensalada fresca. Es común encontrar el conejo al ajillo en celebraciones familiares y en los menús de restaurantes de cocina casera, siendo una de las apuestas seguras en cualquier bar, restaurante o casa de comidas. Las variantes de esta sencilla receta pueden incluir diferentes hierbas aromáticas o un toque de vino blanco, aunque la esencia del plato radica en el ajo, que le da su característico sabor.

Para elaborar esta receta, es fundamental escoger la carne de conejo adecuada. A la hora de su compra, hay que tener en cuenta que conviene elegir ejemplares jóvenes, pues su carne es más tierna. Además, al tener muy poca grasa, debemos tener en cuenta que esta carne blanca puede resultar algo seca, por lo que es recomendable cocinarla con alguna salsa o guarnición que le aporte jugosidad al plato. En este caso, un chorro de vino y algo de caldo de carne ayudará a conseguir un conejo al ajillo tierno y con una salsa deliciosa.

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Una carne blanca versátil y nutritiva

Aunque menos frecuente que otras como el pollo, la carne de conejo es un alimento de gran versatilidad gastronómica y que admite una enorme variedad de preparaciones deliciosas. Se puede preparar asado, al horno, a la plancha, salteado, rehogado con verduras, estofado, cocido, frito... Funciona a la perfección como entrante, aunque también como protagonista de un plato principal, solo o acompañado de guarnición.

Pero, además de por su versatilidad y su sabor, la carne de conejo es una carne muy apreciada por sus propiedades nutricionales. Como aseguran desde la Fundación Española de Nutrición, el componente mayoritario de esta carne blanca es el agua, seguida de la proteína. Esta es de gran relevancia, ya que no solo se encuentra presente en grandes cantidades, superiores a la media del grupo de carnes, sino que además es de una enorme calidad. El conejo se puede considerar una carne magra, puesto que el porcentaje de lípidos de su composición es inferior al 5%. Asimismo, es fuente de vitaminas hidrosolubles del grupo B (niacina y B12) y minerales como fósforo y selenio.

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Receta de conejo al ajillo

Tiempo de elaboración: 1 hora y 10 minutos

Raciones: 4-5 personas

Ingredientes:

  • 1 conejo entero, cortado en trozos
  • 10 dientes de ajo
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 vaso de caldo de pollo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 hojas de laurel
  • Sal
  • Pimienta
  • 1 ramita de tomillo (opcional)

Elaboración:

  1. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
  2. Añade los dientes de ajo enteros y con piel, y sofríelos hasta que estén dorados. Luego, retíralos y resérvalos.
  3. Salpimienta los trozos de conejo y dóralos en el mismo aceite hasta que estén bien sellados por todos lados.
  4. Vuelve a incorporar los ajos a la sartén junto con las hojas de laurel y el tomillo.
  5. Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol, cocinando por unos 5 minutos.
  6. Añade el caldo de pollo y reduce el fuego a medio-bajo. Cocina a fuego lento durante unos 45 minutos, hasta que el conejo esté tierno y la salsa se haya reducido.
  7. Rectifica la sazón con sal y pimienta si es necesario.
  8. Sirve el conejo al ajillo caliente.
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