Así es como puedes saber el origen de frutas y hortalizas: aprende a leer su etiqueta

La globalización, la mejora de los transportes y los sistemas de conservación y envasado más eficientes permiten consumir casi cualquier alimento en cualquier época del año

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Frutas, verduras y hortalizas (Shutterstock)
Frutas, verduras y hortalizas (Shutterstock)

El origen de los alimentos preocupa a los consumidores. De hecho, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para el 57% de los usuarios es una cuestión de gran importancia al hacer la compra. Ya sea por preferir productos locales y sostenibles, por desear colaborar en el desarrollo de una región específica o por simple curiosidad, los consumidores buscan conocer la procedencia de lo que comen.

Hace un siglo, al comprar frutas, hortalizas, pescado o leche en la tienda más cercana, lo más probable era que estos productos se hubieran producido en un entorno local y en los días precedentes. Sin embargo, esto ya no es así. Hoy en día, con motivo de la globalización, la mejora de los transportes y los sistemas de conservación y envasado más eficientes permiten que podamos consumir casi cualquier alimento en cualquier época del año. Y esto, aunque pueda ir a favor del disfrute de los usuarios, no se corresponde con un consumo sostenible.

Es posible mantener la fruta
Es posible mantener la fruta cortada fresca durante más tiempo si se conserva de forma correcta. (Freepik)

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Cómo saber cuál es origen de las frutas y las verduras

Una gran parte de las frutas y verduras que compramos no son de procedencia española, pero esto es algo que el consumidor no siempre sabe. Ahora, esta es una información necesaria para entender mejor los alimentos que consumimos y guardamos en la despensa.

En este sentido, conocer el origen de los alimentos que se compran puede ayudar a elegir mejor nuestros gustos, a apoyar el comercio local y a evitar engaños sobre la procedencia de los productos.

Algunos alimentos deben indicar su origen en el etiquetado, como las frutas y hortalizas frescas, huevos, pescado y carne. Otros productos no transformados, como el aceite, el agua o la miel, también deben incluir este dato en su etiqueta. La OCU recuerda que esto también se aplica a alimentos procesados como los lácteos, que solo indican el origen si se envasan en España.

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Es importante distinguir entre un producto envasado en España y uno cultivado en el país. Los vegetales frescos envasados deben incluir en la etiqueta el país de procedencia o de origen. Si se venden a granel, la información debería aparecer en carteles visibles al público. De hecho, en los productos a granel es obligatorio indicar la denominación del producto, el país de origen y el precio por kilo. La categoría, la variedad y el calibre también son obligatorios en algunos productos.

Durante un tiempo se creyó que el origen de los alimentos podía identificarse a través del código de barras, suponiendo que aquellos que comenzaban por 84 eran productos españoles. Sin embargo, la OCU ha desmentido esto, explicando que ese número solo indica que la filial española de la organización GS1 proporcionó el código de barras, sin relación con el origen del producto. Leer las etiquetas con atención es muy importante, ya que proporcionan más información de lo que pensamos.

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