El hidroferol es un medicamento recetado comúnmente para tratar la deficiencia de vitamina D, una condición que puede surgir por una exposición insuficiente al sol, una dieta pobre en alimentos ricos en esta vitamina o problemas de absorción. Si bien el hidroferol es efectivo para aumentar los niveles de vitamina D en el cuerpo, también puede estar asociado con algunos efectos secundarios, como explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Uno de los efectos secundarios más comunes del hidroferol es la hipercalcemia, que es un aumento en los niveles de calcio en la sangre. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio de los alimentos, y este fármaco, al aumentar los niveles de vitamina D, puede provocar una absorción excesiva de este mineral en el intestino. Esto puede resultar en síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, sed excesiva y micción frecuente o, en casos más graves, complicaciones graves como cálculos renales, daño en los riñones e incluso ritmos cardíacos anormales.
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Además de la hipercalcemia, el hidroferol también puede aumentar el riesgo de hipercalciuria, que es la presencia de niveles elevados de calcio en la orina. Esto puede incrementar el riesgo de desarrollar cálculos renales, ya que el exceso de calcio puede cristalizarse y formar piedras en los riñones. Los síntomas de la hipercalciuria pueden incluir dolor al orinar, sangre en la orina, micción frecuente y dolor en la parte baja del abdomen o en la espalda.
La hipofosfatemia es otro de los efectos adversos conocidos, según la AEMPS, que es una disminución en los niveles de fosfato en la sangre. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fosfato del intestino, por lo que el tratamiento con hidroferol puede afectar los niveles de fosfato en el cuerpo. Así, la hipofosfatemia puede causar síntomas como debilidad muscular, fatiga, dolor óseo y dificultad para respirar o convulsiones, ritmos cardíacos anormales e insuficiencia respiratoria en casos extremos.
Además de estos efectos secundarios metabólicos, el hidroferol también puede causar efectos secundarios gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y desaparecen con el tiempo, pero en algunos casos pueden ser lo suficientemente graves como para requerir la interrupción del tratamiento.
Otro efecto secundario menos común pero potencialmente grave de este medicamentoes la hipersensibilidad o reacción alérgica, que puede manifestarse como erupción cutánea, picazón, hinchazón de la cara, labios o lengua, dificultad para respirar y mareos. Si experimentas alguno de estos síntomas después de tomar hidroferol, debes buscar atención médica de inmediato, ya que podría ser una señal de una reacción alérgica grave.
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Es importante tener en cuenta que estos efectos secundarios del hidroferol son relativamente raros y que la mayoría de las personas pueden tolerar el medicamento sin experimentar efectos adversos significativos. Sin embargo, es importante hablar con tu médico si experimentas algún efecto secundario mientras tomas el fármaco, especialmente si los síntomas son graves o persistentes.
Además, es esencial seguir las instrucciones de tu médico cuidadosamente al tomar hidroferol y evitar tomar dosis más altas de lo recetado, ya que esto puede aumentar el riesgo de efectos secundarios. Si experimentas efectos secundarios graves o persistentes mientras tomas hidroferol, debes comunicarte con tu médico de inmediato para discutir tus opciones de tratamiento y cualquier cambio necesario en tu régimen de medicación.