La apnea del sueño y los niveles bajos de oxígeno durante la noche son factores de riesgo de la epilepsia en personas mayores de 60 años, según una reciente investigación Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos publicada en la revista Sleep.
La investigación muestra una vinculación independiente de otros factores de riesgo conocidos de epilepsia de aparición tardía y apnea del sueño, como son la hipertensión o haber sufrido un accidente cerebrovascular. Los hallazgos pueden ayudar a comprender mejor la relación entre los trastornos del sueño y la epilepsia de aparición tardía, así como a identificar posibles objetivos del tratamiento de la enfermedad.
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“Cada vez hay más evidencia de que la epilepsia de aparición tardía puede ser indicativa de una enfermedad vascular subyacente o una enfermedad neurodegenerativa, incluso potencialmente como un marcador preclínico de una enfermedad neurodegenerativa”, afirma Rebecca Gottesman, jefa de la División de Accidentes Cerebrovasculares del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) de los NIH y autora del estudio. “En comparación con otros grupos de edad, los adultos mayores tienen la mayor incidencia de nuevos casos de epilepsia, y hasta la mitad de ellos no tienen una causa clara. La apnea del sueño es común entre las personas con epilepsia, pero la asociación no se comprende bien”.
Los investigadores identificaron casos de epilepsia de aparición tardía utilizando reclamaciones de Medicare y analizaron datos de sueño de más de 1.300 participantes en un estudio sobre trastornos respiratorios durante el sueño y enfermedades cardiovasculares. De esta manera, descubrieron que las personas cuya saturación de oxígeno caía por debajo del 80% durante el sueño, una condición conocida como hipoxia nocturna, tenían tres veces más probabilidades de desarrollar epilepsia de aparición tardía en comparación con aquellas que no tenían niveles de oxígeno igualmente bajos. Además, los participantes con apnea del sueño autoinformada en la vejez tenían el doble de probabilidades de desarrollar epilepsia de aparición tardía que aquellos sin el trastorno del sueño.
No obstante, los investigadores afirman que el estudio no puede determinar si tratar o prevenir la apnea del sueño podría reducir el riesgo de epilepsia, pero sí sugiere que este puede ser un objetivo potencial importante para reducir el riesgo de epilepsia de aparición tardía. “Descubrir una causa reversible para el desarrollo de cualquier tipo de epilepsia idiopática es un objetivo al que aspiran los investigadores o los médicos en epilepsia”.
“Esperamos que este estudio pueda ser un pequeño primer paso en esa dirección y también un estímulo para evaluar y tratar los trastornos del sueño en pacientes con epilepsia”, concluye el doctor Christopher Carosella, profesor asistente de neurología en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU).
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La incidencia de la epilepsia en España
La epilepsia afecta a alrededor de 400.000 personas en España, según los datos ofrecidos por la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cada año se detectan entre 12.400 y 22.000 nuevos casos, y se estima que alrededor del 5-10% de la población experimentará una crisis epiléptica en su vida. Sin embargo, el retraso en el diagnóstico de esta patología pueda alcanzar los 10 años.
* Con información de Europa Press