Aunque la croqueta que tanto conocemos y adoramos nació en Francia, su presencia se ha extendido a numerosos países, adoptando distintos nombres y variaciones conforme ha traspasado fronteras. En Bélgica y Alemania se conoce como kroketten; en Holanda se le llama kroket; y en Italia, existen las crocché di patate o arancini, estas últimas rellenas de arroz. Sin embargo, es en Japón donde las korokke han adquirido una identidad propia, una versión nipona de este bocado internacional que cada vez es más conocida fuera del país asiático.
Se cree que el nombre korokke es una palabra que se incorporó a la lengua japonesa hace relativamente poco, en el siglo XX, y que proviene de la palabra francesa croquette. Esta receta pertenecería a la categoría que se conoce como yoshoku, la cocina japonesa que surge de la influencia de la gastronomía occidental.
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Las korokke comparten similitudes con la croqueta francesa. El interior, al igual que las originales galas, esconde puré de patatas y se recubre con pan rallado -en Japón panko, más ligero, más crujiente y más grande que el pan rallado europeo- y se fríe hasta obtener un exterior dorado. Como las españolas, las korokke también destacan por su versatilidad, pues se pueden elaborar con una variedad de rellenos increíble: carnes como ternera, cerdo o pollo; verduras como guisantes o repollo, pescado o queso, por ejemplo.
Receta de korokke
Tiempo de elaboración: 1 hora
Raciones: 12 unidades
Ingredientes:
- 4 patatas medianas
- 120 g de carne de ternera picada
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- 2 huevos
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal para freír
- Harina
- Panko o pan rallado
Elaboración:
- Comenzamos pelando y cortando las patatas en trozos, más o menos del mismo tamaño.
- Agregamos las patatas a una olla con agua hirviendo y un puñado de sal, cocinándolas hasta que estén blandas. Tardarán aproximadamente unos 20 minutos, aunque, para comprobarlo, podremos atravesarlas con un cuchillo o un tenedor.
- Mientras tanto, picamos una cebolla y una zanahoria y las sofreímos en una sartén con aceite de oliva.
- Cuando la cebolla esté traslúcida y la zanahoria comience a reblandecerse, añadimos la carne picada. Salpimentamos y dejamos que la mezcla se cocine durante unos 15 minutos.
- Cuando las patatas estén listas, las machacamos hasta formar un puré consistente. Entonces, mezclamos el puré de patatas con la carne ya cocinada. A esto le añadimos un huevo, tras lo que amasaremos la mezcla hasta que consiga una textura espesa y moldeable.
- Formamos bolas de masa del tamaño deseado. En este punto, podemos añadir un pequeño cubo de queso en el interior, con cuidado de que quede completamente cubierto por la masa de patata y carne.
- A continuación, pasamos las croquetas por harina, huevo batido y por panko, creando un rebozado grueso.
- Calentamos abundante aceite en una sartén y, cuando alcance una temperatura suficiente, añadimos nuestros korokkes. Cuando estén dorados por un lado, les damos la vuelta, con cuidado de que no se quemen y se cocinen todos lados por igual.
- Ya podremos servir nuestros korokkes, acompañados de la salsa que más nos guste.