El temor a hablar en público es una forma común de ansiedad que puede variar desde un leve nerviosismo hasta un miedo paralizante y pánico. Muchas personas que experimentan este temor evitan situaciones en las que deben hablar en público o sufren durante su transcurso, mostrando síntomas como temblor en las manos y la voz. Algunas de las razones detrás de este miedo, también conocido como glosofobia, pueden incluir el temor al juicio o crítica de los demás, el miedo al fracaso o cometer errores, la autoconciencia excesiva, la falta de confianza en las habilidades de comunicación, entre otros.
Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a superar este miedo, pues es probable que todos, en algún momento de nuestra vida, tengamos que dar unas palabras en público. La Clínica Mayo recoge una serie de pasos a seguir para superar este temor:
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- Conocer el tema. Cuanto más comprendas el tema sobre el que vas a hablar y te interese, menos probabilidades tendrás de cometer errores o perder el hilo. Prepararte para posibles preguntas del público también puede ayudar.
- Organizarse. Planificar con anticipación la información que deseas presentar y cualquier material adicional puede reducir los nervios. Preparar un resumen en una tarjeta pequeña y familiarizarse con el lugar de la presentación también son útiles.
- Practicar. Practicar la presentación varias veces, incluso frente a personas de confianza, puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad. Grabar la presentación en video para revisarla también puede ser útil.
- Enfrentar las preocupaciones específicas. Identificar y cuestionar directamente las preocupaciones específicas puede ayudar a reducir la ansiedad. ¿Qué es lo que nos atemoriza tanto? Buscar evidencia objetiva que desmonte estas preocupaciones puede ser útil.
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- Visualizar el éxito. Imaginar que la presentación será exitosa puede ayudar a reducir los pensamientos negativos y la ansiedad.
- Respirar profundamente. Respirar lenta y profundamente antes y durante la presentación puede ser muy relajante.
- Concentrarse en el material. Recordar que el público presta atención principalmente al contenido, y no al emisor, puede ayudar a reducir la preocupación por el nerviosismo percibido.
- Aceptar los momentos de silencio. No temer los momentos de silencio y tomarse tiempo para recobrar el hilo pueden ayudar a mantener la calma. De hecho, los segundos de silencio permiten al público asimilar lo que están escuchando.
- Reconocer el éxito. Sentirse satisfecho después de la presentación, incluso si no fue perfecta, y aprender de los errores puede mejorar la confianza para futuras ocasiones.
- Buscar apoyo. Unirse a grupos de apoyo o talleres que puedan brindar recursos y técnicas para mejorar las habilidades de hablar en público.
Si estas estrategias no son suficientes para superar el miedo, considera buscar ayuda profesional. La terapia cognitivo-conductual puede ser una opción muy efectiva para tratar la ansiedad por hablar en público. Es importante recordar que sentirse nervioso o ansioso en situaciones de hablar en público es normal, pero si la ansiedad interfiere significativamente con tu vida, buscar ayuda puede ser la decisión más acertada.