Kimchi es el nombre que se asocia a una preparación de origen coreano elaborada a base de diferentes verduras y hortalizas sazonadas con especias, frutas, carne, pescado o mariscos que sufren un proceso de fermentación láctica. La preparación tradicional del kimchi tiene centenares de variantes, pero casi todas de ellas tienen en común que utilizan como ingrediente básico la col asiática o repollo. A esta hortaliza se le suelen añadir otros ingredientes llenos de sabor como chile, ajo, jengibre, sal y salsa de pescado. Otras variantes de esta elaboración típica coreana incluyen verduras como el nabo, el pepino, el puerro o la zanahoria.
El resultado de este proceso es un alimento de un olor fuerte y característico, una textura crujiente y un sabor salado, picante y rebosante de umami. El kimchi suele disfrutarse como acompañamiento para platos de arroz o fideos clásicos en Corea, también como ingrediente en guisos, sopas y ramen. Sin embargo, tan frecuente es su consumo que incluso se suele consumir por sí mismo como snack o como protagonista en platos sencillos como el arroz frito con kimchi.
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Tal es la importancia de esta elaboración para la cultura coreana que el kimchi fue añadido a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de Unesco, tras iniciativas de Corea del Sur y de Corea del Norte. Su origen se remonta, al menos, al siglo I a. C., un momento en el que el encurtido de hortalizas era un medio fundamental para la conservación de los alimentos.
Propiedades del kimchi
Dejando a un lado su sorprendente sabor y su versatilidad, el triunfo del kimchi tiene mucho que ver con sus cualidades nutricionales. Se trata de un alimento fermentado repleto de propiedades beneficiosas y microorganismos favorables para la salud, además de ser un ingrediente con muy pocas calorías. Una porción de 150 gramos contiene 23 calorías, 2 gramos de fibra, 2 de proteínas, vitaminas C, K, B12 y 34 aminoácidos.
El kimchi es conocido por ser un alimento lleno de probióticos, unos microorganismos vivos que ofrecen beneficios para la salud cuando se consumen en grandes cantidades y que se asocian a la protección frente a algunos tipos de cáncer, a una mejor digestión y salud gastrointestinal y cardiovascular. No obstante, cabe destacar que la comunidad científica ha puesto en duda la importancia de los probióticos, pues los beneficios que estos pueden ofrecer solo se obtienen con unas dosis altas que no se pueden conseguir con una ingesta normal de alimentos fermentados.
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La lista de beneficios saludables del kimchi es muy larga y es defendida por estudios científicos en todo el mundo. Un trabajo coreano, publicado en la revista Food Science and Biotechnology, señala que el L. plantarum del kimchi estimula el sistema inmunológico y tiene efectos antioxidantes. Además, esta elaboración cuenta con componentes adicionales como el ajo, el jengibre y la cebolla, que son unas fuentes importantes de propiedades antiinflamatorias.
Estas características antiinflamatorias conllevan otro de los beneficios más significativos del kimchi. Según una investigación coreana en cultivos celulares, el consumo de kimchi alarga la vida de las células, lo que lo convierte en un ingrediente que retrasa el envejecimiento celular.
Receta de kimchi coreano
Tiempo de elaboración: 30 minutos
Raciones: 1 unidad
Ingredientes:
- 1 col china
- 1 zanahoria
- 1 cucharada de harina de arroz
- 2 cucharadas de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/4 de copos de chile coreano
- 4 cucharadas de caldo de pescado
- 3 cebolletas
- 3 dientes de ajo
- 1/2 cucharadita de jengibre fresco
Elaboración:
- Disolvemos la sal en un vaso y medio de agua. Lavamos la col y la zanahoria, lo cortamos todo en trozos del tamaño que más nos guste y la colocamos en un recipiente con el agua salada que hemos preparado previamente. Lo reservaremos durante 3 o 4 horas a la espera de que se ablande.
- A continuación, elaboraremos la salsa. Mezclamos la harina de arroz con un vaso de agua en el interior de un cazo a fuego medio. Cocinamos durante unos cinco minutos, dejando que vaya espesando poco a poco. Apagamos el fuego, agregamos el caldo de pescado con el azúcar y esperamos a que se enfríe.
- Incorporamos el jengibre, la cebolleta y el ajo picados.
- Enjuagamos las hortalizas para eliminar el exceso de sal y la escurrimos. Después, agregamos la salsa y lo removemos todo bien. Amasamos la col para que todo quede bien integrado. Introducimos el kimchi en un tarro de conserva y lo metemos en el frigorífico para que vaya soltando todo su jugo.
- Guardamos el kimchi en un lugar fresco y seco y dejamos que fermente en la nevera mínimo unos 8 días para que tenga ese sabor ácido, salado y picante característico. Pasado este tiempo, transferimos el kimchi a un táper o bote y lo guardamos en la nevera.