La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) crónica que afecta principalmente el tracto gastrointestinal. Puede involucrar diferentes áreas del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, pero con mayor frecuencia afecta la parte final del intestino delgado (íleon) y el inicio del colon. La enfermedad se caracteriza por un curso de remisiones y brotes, lo que significa que hay períodos en los que los síntomas mejoran y otros en los que empeoran.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar significativamente entre los individuos y pueden incluir dolor abdominal, diarrea (que puede ser sanguinolenta), pérdida de peso, fatiga y fiebre. En casos graves, puede provocar complicaciones como estrechamientos del intestino (estenosis), fístulas (conexiones anormales entre el tracto intestinal y otros órganos), abscesos y un mayor riesgo de cáncer de colon.
Te puede interesar: Qué tipos de hepatitis existen y cómo se coge cada uno
Pero, además de estas dolencias, la enfermedad de Crohn puede afectar varias partes del cuerpo además del sistema gastrointestinal, causando una serie de afecciones extraintestinales (EIM) más difíciles de relacionar con esta enfermedad. Estas condiciones pueden afectar las articulaciones, la piel, los ojos y, en algunos casos, el hígado, tal y como explica la fundación NHS, una unidad organizativa semiautónoma dentro del Servicio Nacional de Salud de Inglaterra.
- Articulaciones: la inflamación de las articulaciones o artritis es una complicación frecuente. A menudo, afecta a las grandes articulaciones como codos, muñecas, rodillas y tobillos. En algunos casos, puede inflamar las articulaciones de la columna y la pelvis, conocida como espondilitis anquilosante o sacroileítis en su forma menos grave, causando dolor y posible pérdida de flexibilidad.
- Piel: los problemas cutáneos también son comunes. El eritema nudoso, caracterizado por hinchazones tiernas de color rojo o violeta, usualmente en las piernas, es el más frecuente. Otro problema, aunque más raro, es el pioderma gangrenoso, que empieza como pequeñas ampollas o pústulas y puede convertirse en úlceras profundas y dolorosas.
- Ojos: la enfermedad puede afectar los ojos, causando condiciones como la epiescleritis, que involucra enrojecimiento e inflamación del tejido sobre la esclerótica (la capa exterior blanca del ojo). Otras afecciones relacionadas incluyen la escleritis y la uveítis, que implican inflamación de la esclerótica y del iris, respectivamente.
- Hígado: la colangitis esclerosante primaria es una enfermedad rara que puede afectar hasta al 2% de las personas con enfermedad de Crohn. Causa inflamación y daño a los conductos biliares del hígado, lo que puede conducir a complicaciones graves como ictericia, picazón y pérdida de peso.
Te puede interesar: Qué es el síndrome de la cueva, la condición por la que algunas personas deciden aislarse física o emocionalmente
Estas manifestaciones extraintestinales subrayan la importancia de un enfoque integral en el manejo de la enfermedad de Crohn, ya que pueden requerir tratamientos específicos y seguimiento adicional.
¿Cuál es la causa de la enfermedad de Crohn?
La causa exacta de la enfermedad de Crohn es desconocida. Sin embargo, los investigadores creen que factores genéticos, ambientales, inmunológicos y bacterianos juegan un papel en su desarrollo. Aunque no existe una cura para la enfermedad de Crohn, hay varias opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y reducir la frecuencia de los brotes.
Te puede interesar: El síndrome de la segunda víctima: así es el trauma que sufre un sanitario tras una complicación médica o un error
Estos tratamientos incluyen medicamentos para reducir la inflamación, supresores del sistema inmunitario, antibióticos, así como procedimientos quirúrgicos para tratar complicaciones específicas. Además, cambios en la dieta y en el estilo de vida pueden ayudar a manejar los síntomas en algunos pacientes.