Las relaciones más saludables se fundamentan sobre una autoestima sólida, aunque no siempre es tan fácil disfrutar de esta condición tan crucial para nuestra salud mental. La doctora Kerry Ashton-Shaw, psicóloga clínica y consultora, es consciente de ello, por lo que desde su formación profesional analiza cómo funciona la autoestima y su influencia en nuestras relaciones.
Todos hemos escuchado alguna vez esa expresión de “debes quererte a ti mismo antes de poder querer bien a alguien más”. ¿Qué hay exactamente de cierto en esto? Para empezar, la doctora Ashton-Shaw define la autoestima como la confianza y la fe en uno mismo, algo esencial que determina la forma en la que percibimos el mundo y nuestras relaciones, este filtro de nuestra propia autovaloración, impacta en los vínculos con los demás. Si vivimos con confianza, podremos protegernos de relaciones tóxicas, afirma la psicóloga.
Si partimos de esta base, no es de extrañar que si nuestra propia percepción es negativa, nuestras relaciones tenderán a serlo también. La psicóloga define esta situación como aquella en la que creemos que no merecemos amor y nos consideramos indignos de experimentarlo. Así, la baja autoestima nos predispone a relaciones desequilibradas y poco saludables, donde podemos ser víctimas de abuso emocional o manipulación. El dilema surge cuando nuestra autoestima se ve amenazada al finalizar una relación y tememos a la soledad. La sensación de no ser dignos de amor o valor puede ser angustiante, lo que nos lleva a quedarnos en relaciones poco saludables para evitar enfrentar esos sentimientos.
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Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Nuestras creencias sobre nuestra valía se forman con base en nuestras experiencias de vida, especialmente durante la infancia, cuando nuestro cerebro está en pleno desarrollo. Aunque no podemos cambiar el pasado, podemos modificar nuestras percepciones y narrativas en torno a él. Por supuesto, esto no es sencillo, ya que el proceso de cambio suele involucrar la ayuda de un psicólogo clínico o recursos de autoayuda. Al desafiar nuestras creencias arraigadas y redefinir nuestra autoimagen, podemos romper el ciclo de baja autoestima y fomentar relaciones más saludables y satisfactorias.
Beneficios de una autoestima saludable
Tener una autoestima saludable proporciona diversos beneficios en diferentes ámbitos de la vida. Según la Clínica EnMente Psicólogos, algunos de los principales beneficios incluyen:
- Autoconfianza. Las personas con una buena autoestima tienen confianza en sí mismas y en sus capacidades, lo que las ayuda a enfrentar los desafíos y a emprender proyectos con mayor seguridad.
- Mejor desarrollo de habilidades de aprendizaje. Una buena autoestima facilita el aprendizaje de nuevas habilidades y el desarrollo personal, ya que las personas con un saludable amor propio tienden a aspirar a metas estimulantes que potencien sus capacidades.
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- Logro de metas. Una autoestima alta está relacionada con una mayor capacidad para lograr las metas propuestas, pues confían en sus habilidades y capacidades.
- Respeto hacia uno mismo. Una buena autoestima implica un mayor respeto hacia uno mismo, lo que se refleja en una mejor toma de decisiones y en una mayor seguridad en los propios juicios.
- Menor vulnerabilidad al estrés y la depresión. Las personas con una autoestima saludable suelen ser más resistentes al estrés y a los estados depresivos, porque tienen confianza en sus capacidades y en su capacidad para afrontar los desafíos.
- Menor preocupación por la opinión de los demás. Las personas con una autoestima saludable suelen estar menos preocupadas por la opinión de los demás, al confiar en sus propios juicios y en su propio valor.
- Mejor adaptación a los cambios. Una buena autoestima facilita la adaptación a los cambios y a las situaciones difíciles, ya que las personas con alta autoestima tienen confianza en sus capacidades y en su capacidad para afrontar los desafíos.