El mejillón es sin duda uno de los platos más típicos de la gastronomía gallega, cocinado normalmente al vapor y disfrutado, en su mejor acompañamiento, junto con una buena copa de Albariño. Sin embargo, su potente sabor, su gran tamaño y su firme textura lo convierten en un ingrediente muy versátil para otras recetas, perfecto también acompañado de salsas e incluso rebozado o empanado.
También fuera de Galicia se pueden encontrar buenos ejemplares de este delicioso molusco. Incluso en Madrid, a cientos de kilómetros de la costa más cercana, es posible degustarlos en su mejor versión. Para ello podemos acudir al que es, sin lugar a dudas, uno de los templos ‘mejilloneros’ de la capital, una taberna a menos de dos minutos de la bulliciosa Puerta del Sol.
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Esta taberna centenaria que tiene una única especialidad: los mejillones. Este centenario bar es conocido por tres nombres diferentes: La Ría, la Casa del Mejillón o Mejillonería el Pasaje. En sus paredes reza que fue fundado en 1902, pero comenzó a funcionar como mejillonería a partir de 1948.
En el restaurante La Ría, el mejillón es el protagonista principal. Se sirve en muchas versiones y recetas diferentes, acompañados de distintas salsas y cocinados de mil y una maneras. Los mejillones que utilizan para sus recetas llegan diariamente desde Galicia, recibidos directamente desde las Rías de Vigo, con más de 6.500.000 kg ya vendidos hasta la fecha.
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Este bar se encuentra en el pasaje Matheu, una breve travesía en el barrio de Sol de Madrid que era antaño una galería comercial de lujo. En esta zona, construida entre 1843 y 1847 y renovado a finales del siglo XIX, se fundaron los prestigiosos cafés de París y de Francia, pioneros en la costumbre de sacar mesas a la calle para crear terrazas. Actualmente, los turistas pueblan las mesas de esta travesía, también las de la mejillonería, que recibe clientes de todas partes del mundo.
La estética del local, la decoración de sus paredes y su barra dan prueba de los más de cien años que este local lleva sirviendo mejillones en pleno centro de la capital. Las paredes están decoradas por completo con mejillones, cuyas conchas acaban en una cuneta bajo la barra en la que los clientes tiran los restos.
Aunque aquí el rey es el mejillón gallego, también sirven raciones con las clásicas recetas de taberna española, como patatas bravas, tortilla, pulpo a la gallega, lacón a la gallega o boquerones en vinagre. En La Ría se prepara el mejillón de hasta diez maneras distintas. La especialidad más popular de la casa son los mejillones picantes, aunque para los más resistentes ofrecen una receta mucho más picante: sus mejillones “cabreados”.
Por otro lado, encontramos otras alternativas como los mejillones con limón y a la vinagreta; con mayonesa o con ali-oli y también clásicos como el tomate. Tampoco puede faltar en esta carta los tigres, mejillones rellenos con bechamel y empanados que hacen el aperitivo ideal. Además, para los verdaderos amantes de este producto que vengan en grupo a darse un homenaje, la carta de esta taberna incluye una ‘mejillonada’, una bandeja de mejillones para tres a cuatro personas por 24 euros.
Toda la carta de este establecimiento es sin gluten, también su cerveza, el pan y las salsas, lo que convierte a esta mejillonería en una de las opciones más seguras para los celíacos que busquen un lugar para disfrutar de un aperitivo en los alrededores de la plaza más concurrida de Madrid.