El pasado domingo 24 de marzo, París revivía una de las tradiciones más curiosas de la ciudad: una carrera en la que los coches y las zapatillas de correr se sustituyen por delantales y bandejas. Los garçons o camareros parisinos volvían a recorrer las calles de la capital francesa celebrando la Course des cafés, una carrera icónica que se celebra en la ciudad de la luz desde principios del siglo XX.
Tras 12 años sin celebrarse, esta tradición reunía en una carrera de 2,5 km de distancia a un elenco conformado por 200 camareros de restaurantes y cafés, todos ellos ataviados con el uniforme tradicional de la profesión y la bandeja redonda reglamentaria. Las reglas eran claras: no correr, no derramar el contenido de sus bandejas y llegar a la meta con todos los elementos, un cruasán, un vaso de agua del grifo y una tacita de café.
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Los camareros hicieron su salida desde la explanada del Hôtel de Ville, iniciando así un recorrido de más de dos kilómetros por el centro histórico de París. El circuito recorrió parte del barrio del Marais, rodeado de terrazas y cafeterías transformadas en improvisadas gradas desde las que los clientes animaban a los participantes. En la línea de meta, los jueces comprobaron los niveles de los recipientes y la integridad de la bandeja.
Después de una pausa de 13 años, París revivió su histórica carrera de camareros de café con 200 personas que trabajan en este oficio llevando sus bandejas por las calles. 📹: REUTERS pic.twitter.com/CSOpTC2A30
— Voz de América (@VozdeAmerica) March 24, 2024
El acto estuvo organizado por el Ayuntamiento de París y Eau de Paris, en colaboración con la Union des métiers et des industries de l’hôtellerie (UMIH) y la Groupement des hôtelleries & restaurations de France (GHR). Con el regreso de esta tradición, el ayuntamiento de la ciudad pretendía reivindicar la poderosa cultura del café y del bistrot como auténtico punto de encuentro de los parisinos, así como promover el deporte, el agua de París y la excelencia del servicio francés en vísperas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
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La ‘course des cafés’, 110 años después
El historiador Laurent Bihl, autor de Une histoire populaire des bistrots, data en 1914 la aparición de la primera carrera de camareros en París, una idea que surgió con el objetivo de dar valor a los cafés y restaurantes parisinos donde trabajaban los camareros.
Las primeras ediciones se organizaban en un París de los años 20 en el que los cafés eran lugar de encuentro y efervescencia cultural. En ese momento de despegue culinario, los camareros competían en habilidad y eficacia para satisfacer a una clientela parisina que ya no bromeaba con la calidad de su café de la mañana ni con la copa de la tarde.
Históricamente conocida como “Course des garçons de café”, su nombre pertenecía a L’Auvergnat de Paris, un semanario fundado el 14 de julio de 1882, que sigue existiendo en la actualidad y que era entonces su patrocinador oficial. Durante la crisis de entreguerras, este periódico se convirtió en un ferviente defensor de los pequeños comerciantes y, con el tiempo, pasó a ser consagrarse como prensa especializada en cafés, hoteles y restaurantes.
La carrera se interrumpió hace once años por falta de presupuesto, aunque ahora ha vuelto como un evento enormemente popular, que además ha atravesado continentes exportándose a otros lugares del mundo. Carreras similares se pueden encontrar en más de cincuenta países, de Washington a Bruselas, de Londres a Berlín y de Buenos Aires a Tokio.