Cómo hacer robiols, la receta dulce (o salada) de Semana Santa más típica de Mallorca

El recetario tradicional de la Semana Santa es muy extenso, una lista repleta de recetas que pueden variar, y mucho, dependiendo de la región en la que celebres esta festividad religiosa. La prohibición de comer carne durante estas fechas ha marcado por completo la gastronomía de estos días de celebración religiosa, algo que ha dado resultado en recetas como el potaje de vigilia, el atascaburras, las patatas con bacalao o la porrusalda.

Pero la cocina dulce de la época de Pascua es igual o casi más extensa que la salada, con delicias como las torrijas o las monas como máximos exponentes. A estos dos postres se unen otros, típicos de distintas zonas del país, como el panquemado, los buñuelos, los pestiños…

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En la isla de Mallorca, cuando las familias se reúnen para celebrar la Semana Santa, hay tres recetas tradicionales de la época que son absolutos imprescindibles. Una de ellas son las panades mallorquinas, empanadillas de masa fina que se rellenan con ingredientes como el cordero; otra son los crespells, una pasta dulce típica que adopta diferentes formas. Completan esta lista los robiols, una receta que puede ser dulce o salada y que se pueden elaborar en casa.

Los rubiols, más conocidos como robiols en mallorquín, son una pasta típica de Mallorca y Menorca, de origen medieval, que tiene su momento de gloria durante la Semana Santa, a pesar de que las pastelerías mallroquinas los vendan prácticamente durante todo el año.

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Esta tradicional receta consiste en una pieza de pasta de harina fina, amasada con aceite, manteca y huevo y doblada en forma semicircular, formando así una suerte de medialuna que recuerda a la forma de una empanadilla. En Mallorca, estos rubiols son dulces y pueden estar rellenos de ingredientes como requesón, flan, confituras, mermeladas, chocolate u otros dulces. Los rubiols en Menorca, por su parte, acostumbran a ser salados y se comen típicamente para fiestas mayores. Estos pueden llevar rellenos como el sofrito, pescado, carne o verduras como la espinaca, acompañada habitualmente por pasas y piñones.

Como suele ocurrir con las recetas tradicionales, encontrar la versión más auténtica de los robiols es prácticamente misión imposible, así como hablar con propiedad de sus orígenes. Cada familia balear defiende su propia receta, y esta se pasa de generación en generación, variando según gustos y modas. En definitiva, existen tantas recetas de rubiols como manos que los preparen.

Una vez amasada la masa, formadas las empanadillas y rellenas con los ingredientes deseados, estos postres tradicionales se hornean en los hornos de leña clásicos de las panaderías mallorquinas, para luego completarse con una fina capa de azúcar en polvo como decoración.

Tiempo de elaboración: 1 hora y 50 minutos

Raciones: 20 unidades

Ingredientes:

• 200 g de manteca de cerdo
• 200 g de azúcar
• 4 yemas de huevo
• 100 ml de zumo de naranja
• 100 ml de agua
• 200 ml de aceite de oliva
• 1 ralladura de naranja
• 1 kg de harina de trigo
• Azúcar en polvo para espolvorear
• Para el relleno: mermelada de albaricoque, mermelada de fresa, requesón, cabello de ángel...

Elaboración:

1. Comenzamos colocando la manteca de cerdo a temperatura ambiente en un bol. Añadimos el azúcar y mezclamos ambos ingredientes manualmente hasta obtener una mezcla homogénea.
2. A continuación, añadimos a la mezcla las yemas de huevo, el zumo de naranja, el agua, la ralladura de naranja y el aceite. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes se integren completamente.
3. Vamos agregando la harina gradualmente, amasando constantemente con las manos. Continuamos añadiendo harina y amasando hasta que la masa absorba por completo la harina añadida previamente.
4. Una vez incorporada toda la harina, la masa deberá tener una textura suave y ser fácil de manejar. Entonces, formamos una gran bola con la masa y la dejamos reposar durante una hora a temperatura ambiente.
5. Para preparar los rubiols, partimos un trozo de papel film transparente y colocamos sobre él un pedazo de la masa. Con un rodillo, estiramos la masa hasta obtener un grosor fino. Con ayuda de un aro redondo, un vaso o una taza, cortamos y le damos forma a la masa.
6. Colocamos en el centro de nuestro círculo de masa el relleno escogido y cerramos los rubiols formando una media luna. Sellamos bien los bordes para evitar que el relleno se escape.
7. Colocamos los rubiols en una bandeja para horno con papel vegetal. Precalentamos el horno a 170 °C y, una vez alcanzada la temperatura, introducimos la bandeja en el horno.
8. Horneamos de 25 a 35 minutos o hasta que estén dorados.
9. Retiramos los rubiols del horno y dejamos que se enfríen en la bandeja hasta alcanzar la temperatura ambiente. Antes de servir, espolvoreamos azúcar en polvo sobre ellos.