La pastelería Formentor se ha alzado este año con el premio a la mejor torrija tradicional de Madrid, en la séptima edición del famoso concurso “Las mejores torrijas de Madrid”, celebrado el pasado 20 de febrero y organizado por la Asociación de Empresarios Artesanos del Sector de Pastelería de Madrid (ASEMPAS). En total, ocho pastelerías de la Comunidad de Madrid competían por alzarse con el premio a la mejor torrija de la región, un concurso que ha acabado con esta pastelería mallorquina como principal triunfadora.
El jurado del concurso valoró aspectos de este postre como la presentación, esponjosidad, textura, aspecto y sabor. Finalmente, el ganador en la categoría sin gluten fue la pastelería La Oriental, mientras que en la categoría de innovación el vencedor fue Cercadillo. El premio principal, en la categoría tradicional, fue para la torrija elaborada por la joven pastelera Jennifer Pozón, de pastelería Formentor, un obrador con más de 60 años de historia que ha conseguido todo un hito en su trayectoria.
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“Ese mismo fin de semana ya vino muchísima gente preguntando por ellas”, cuenta Jennifer, encargada del obrador, a Infobae España. “Nuestra intención era sacarlas a la venta el segundo fin de semana de marzo, pero lo hemos tenido que adelantar. Yo calculo que hemos triplicado la venta”. La propia Jennifer cuenta que tienen previsto que esta temporada, desde principios de marzo hasta mediados de abril, se elaboren un total de 15.000 torrijas. “Pero puede que me haya quedado corta y hagamos más porque cada día se venden mejor”.
De las manos de la joven pastelera Jennifer Pozón ha salido esta torrija ganadora, 100% tradicional, y que tiene detrás con una historia que se remonta a los años 50. “La receta la llevamos haciendo así desde que se abrió la pastelería, solo modificándola en la calidad, buscando siempre ingredientes mejores”, explica la pastelera. Es precisamente esto lo que hace especial a la torrija de Formentor: la calidad y frescura de las materias primas que se utilizan.
Los ingredientes son sencillos, pero el elaborado proceso que llevan a cabo se encarga de convertirlos en una combinación excelente. “La torrija tiene una elaboración muy larga, los tiempos de cada paso son muy largos”, comienza aclarando Jennifer cuando habla de su elaboración. Para sus torrijas, la panadería utiliza un pan brioche elaborado por ellos mismos; lo fermentan durante dos horas y, entre sus ingredientes, incluyen zumo de naranja y de limón. Tras hornearlo, cortan rebanadas oblicuas, un paso clave para que el pan se remoje por completo y quede tierno y muy jugoso.
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“Cada torrija se baña tres veces con una infusión de leche fresca, ralladura de limón y canela. Lo dejamos unas 10 horas, porque las hacemos desde la noche anterior”, aclara la pastelera. Una vez ya han quedado bien empapadas en la leche, las bañan en huevo fresco, las fríen en aceite y las rebozan en azúcar y canela. Este proceso tradicional se complementa con un toque extra personal que, según Jennifer, ha sido clave para diferenciarse del resto de competidores. “Hemos puesto unas tiras de naranja y limón confitadas por encima, para aprovechar lo que sobre del zumo para las barras. La piel la utilizamos para hacer estas tiras que le dan un toque más ácido que creo que ha convencido al jurado”, cuenta la pastelera.
Un ‘forn mallorquín’ con la mejor torrija de Madrid
La cronología de este obrador madrileño comienza en 1956, cuando los padres de los actuales dueños iniciaron la aventura de abrir en Madrid un auténtico forn mallorquín, trasladando a la capital el buen hacer de su abuelo, Antonio Forteza Piña, dueño y artesano del Forn de Santa Eulalia en Palma de Mallorca. Sin apenas recursos económicos, consiguen abrir las puertas de Formentor en el Barrio de Salamanca, convirtiéndose rápidamente en todo un referente ensaimadero.
Ahora, la pastelería Formentor se encuentra ubicada en dos puntos de Madrid: además del establecimiento original, en pleno barrio de Salamanca, ubicado en la calle Hermosilla, 81, también puede encontrarlo en la calle Santa Engracia, 62, en el barrio de Chamberí. Aunque las ensaimadas son su especialidad, así como otros productos de origen mallorquín cuenta con una amplia selección de bollería, panes y otras opciones dulces, entre las que se encuentran la torrija ganadora.
La pastelería madrileña cuenta también con tienda online, donde el cliente puede comprar su gran variedad de productos, tanto dulces como salados. En cuanto a sus torrijas de leche, elaboradas con “delicado y jugoso pan” y “sabores de canela y limón”, se venden en tres tamaños distintos: pequeña (1,70 euros), mediana (2,90 euros) y grande (4 euros). La pastelería también ofrece la posibilidad de degustar este postre en una bandeja de 12 mini torrijas por 19 euros e incluso vende el pan para elaborarlas, por 5,50 euros.
Y, ¿si queremos hacerlas en casa?
Jennifer Pozón nos da los consejos clave para hacer una buena torrija en casa, dos trucos muy sencillos que elevarán nuestra receta casera al siguiente nivel. El primer secreto del éxito en el caso de sus torrijas comienza con el momento de ponerlas a remojo. “Yo aconsejo que se dejen remojando bastante tiempo, aunque parezca que se va a deshacer. Luego hay que cogerlas con cuidado, pero así se quedan más jugosas”, asegura la encargada. Ellos las dejan toda la noche 10 horas como máximo y 6 como mínimo.
El segundo truco imprescindible para Jennifer tiene que ver con el momento de la fritura, una clave que nos permitirá conseguir una torrija crujiente por fuera y muy jugosa por dentro. “A la hora de freírlas, el aceite tiene que estar bastante fuerte. Si el aceite está muy flojito, el pan absorberá todo el aceite y no se fríe bien. Es cuestión de meter la torrija unos 30 segundos y sacarla, para que simplemente se haga una costra en el borde y la leche de dentro del pan no se escape”, explica.