Para algunos, cualquier tiempo pasado fue mejor. Especialmente, para aquellos amantes de la cultura que tuvieron la suerte de vivir el boom contracultural que supuso la Movida Madrileña. La música de Alaska o de Radio Futura, los diseños de Pedro Miralles y las películas de Almodóvar dejaron una huella indeleble en la historia de la ciudad, pero también lo hizo su cultura gastronómica y el ambiente de sus bares, que ahora hay tabernas que incluso tratan de devolver a la capital.
Este es el punto de partida de Casa Canito, un bar gastronómico abierto el pasado agosto que se convirtió rápidamente en una de las novedades más codiciadas del siempre hiperactivo centro de Madrid. Ubicado en la calle Recoletos, el local rinde tributo a la Movida Madrileña con detalles decorativos, con platos con influencias retro y referencias ocultas en cada esquina. De hecho, su nombre hace un homenaje a José Enrique Cano Leal, conocido como Canito, un músico que fue cofundador con los hermanos Urquijo del grupo Tos, germen de Los Secretos. Fallecido en accidente de tráfico en 1980, el concierto homenaje a su figura marcó el arranque de la Movida Madrileña.
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El local, con un ambiente animado casi a diario, tiene una mesa alta y lo demás son barras, pegadas a unos gruesos muros de piedra a la vista. La inspiración ochentera se deja ver también en su oferta gastronómica, que ellos mismos definen como un tapeo ‘retromoderno’ y que firma el reputado cocinero Patxi Zumarraga. Las tapas y platos para compartir son clásicos de las tabernas españolas, aunque renovados con un toque vanguardista que lo actualiza y lo coloca al nivel de otros muchos locales modernos de la zona.
Ensaladilla de huevos de codorniz, berberechos a la sartén, buñuelos de bacalao, torreznos con huevas, salpicón de mariscos frescos, ostras de Bretaña… A su carta de entrantes y picoteos se suma una selección de entrepanes que incluyen opciones como un bocata de chorizo ‘del pueblo’ o un bikini de lomo ibérico, mozzarella y trufa. También en esta sección se encuentra uno de los platos que más ha triunfado de toda su oferta: el tonkatsu de lomo bajo de vaca.
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Este tonkatsu es uno de los platos más mencionados en sus reseñas y de los protagonistas principales en sus redes. Se trata de un katsu sando, el sandwich japonés de moda que está arrasando en los restaurantes de Madrid. Se trata de un sandwich elaborado con filete de cerdo empanado, ensalada de repollo y salsa tonkatsu que, en Casa Canito, versionan sustituyendo el cerdo por un lomo bajo de vaca.
Un club musical clandestino
Casa Canito esconde otro secreto: en realidad, se trata de un proyecto doble. Aunque por fuera sea un bar al uso, decorado con la combinación de estilos retro y moderno que tanto triunfa en la actualidad, tras sus paredes se esconde un clandestino bar de copas y de música. Tras una máquina de tabaco de las de toda la vida se esconde una puerta secreta, un pasadizo que nos lleva a una sala decorada al más puro estilo ochentero donde reina la buena música y los pequeños detalles.
Para acceder hay que utilizar una contraseña que cambia cada día y que se consigue solicitándola vía su perfil en Instagram, una clave que siempre es el título de una canción de los años 80. Este bar de copas, con coctelería clásica y de autor, que hace las veces de club de música pinchada con vinilos o, algunos días, en directo.