Lo tradicional está de moda. Siempre lo ha estado, eso es cierto, pero es difícil pasar por alto la vuelta a los orígenes que muchos restaurantes modernos han llevado a cabo en los últimos años. El cocido es uno de esos clásicos que parece haber vuelto renovado, con más ganas que nunca de protagonizar cartas y menús en restaurantes de todos los niveles. Ahora, en Madrid es posible incluso disfrutar de un cocido ilimitado, perfecto para los amantes de esta receta en vuelcos, y servido en un restaurante que cuenta con un encanto especial.
Se trata de Ferretería, un restaurante ubicado en el número 57 de la calle Atocha, que se encuentra en lo que antes era la ferretería más antigua de todo Madrid, abierta en 1888. Tras ser reformado y convertido en restaurante en 2015, el local mantuvo su nombre, y parte de su decoración, conservando muchos de los muebles y utensilios que se utilizaban entonces.
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La cocina de este curioso restaurante pretende estar a la altura del entorno de Ferretería, con una carta basada en la cocina tradicional, aunque actualizada con productos de máxima calidad. El propio restaurante define su oferta gastronómica a partir del “producto nacional y de temporada, tratado con respeto y mucho mimo”.
El buffet de cocido de Ferretería
El segundo viernes de cada mes hasta junio, en Ferretería se hace todo un homenaje al cocido. Y no al cocido madrileño, ni al margato, sino al estilo de ‘la Big Boss’, María Antonia Escapa, que prepara el cocido como lo hacían en su casa desde pequeña. En estos viernes, el restaurante organiza un buffet de cocido en el que cada comensal puede echarse al plato lo que guste. Además, esta oferta incluye barra libre de vinos, cerveza, refrescos y agua, además de un postre para acabar. El precio es de 50 euros por persona.
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Esta celebración mensual no se celebra en el propio restaurante, sino en el Taller Ferretero, un espacio ubicado justo encima de la antigua ferretería y que cuenta con su propia cocina, mesa de reuniones, equipo multimedia y un hilo musical pensado para realizar eventos, presentaciones o reuniones.
El buffet de cocido de Ferretería incluye picadillo, morcilla de León, sopas de fideo y de pan, garbanzos, ensalada de tomate y de lechuga, cebolleta fresca y piparras. Además, en la sección de carnes, se puede añadir pollo, cecina, morcillo, huesos de ternera con su tuétano, espinazo, costilla, lacón, chorizo tierno y curado, tocino, panceta, careta, lengua, oreja, pata y rabo de cerdo. Aunque no es un cocido ligero (ni pretende serlo), sí que incluye algo de verde, con verduras como el repollo de berza rizada, la zanahoria, el puerro o las patatas.
Por el momento, las fechas de marzo, abril y mayo ya están completas, aunque se puede aún reservar la experiencia para el último buffet, celebrado el 7 de junio.
Tapas, platos para compartir y postres
Para abrir boca antes del festín, la oferta de este restaurante madrileño comienza con tapas como la tosta de arenque (6 €), la croqueta de jamón o de cecina de León (3 €) o el buñuelo de morcilla de León (6 €). Continúa con grandes clásicos de la cocina de tapeo española, con platos como las patatas bravas con alioli templado (8 €), el sándwich de oreja (14 €), la ensaladilla rusa con cangrejo de río y mahonesa de aguacate (15 €) o los Callos Ferreteros (19,5 €).
En Ferretería también se pueden pedir platos para poner en el centro y hacer un picoteo compartido, con elaboraciones como el txangurro a la donostiarra (20 €) o las gambas de garrucha con muselina ligeramente picante (24 €). Tablas de embutidos, ensaladas, platos de carne y pescado o recetas basadas en las hortalizas completan esta carta, que pone su broche final con postres artesanos tan curiosos como el ‘Madrid en un bocado’ (9 €), con helado y caramelo crujiente de violetas, madroño, cítricos y bizcocho de pistacho.