En la última década, la tortilla de patata ha pasado de estar relegada a las barras de bares y mesones populares, a llegar a lo más alto de los altares gastronómicos y figurar en las cartas de prácticamente cualquier restaurante. Esto ha hecho, cómo no, que las versiones y recetas de este plato tradicional se multipliquen, creando así debates que dividen España en dos.
Aunque aún latente entre los amantes de este plato tradicional, el debate entre concebollistas y sincebollistas parece haber sido eclipsado en los últimos tiempos. Ahora, otra discusión marca la conversación sobre las tortillas de patata: el punto de cocción que debe tener el huevo en esta deliciosa receta española. El estilo Betanzos, con un interior muy poco cuajado o a veces casi líquido, parece ganar fama por momentos, relegando a un segundo plano las versiones más hechas. Una tortilla en concreto se ha encargado de llevar este concepto al extremo, una creación no apta para puristas que une el sabor y los ingredientes de una clásica tortilla con la forma de un coulant.
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El lugar en el que se puede probar esta tortilla tan especial es el restaurante Cakareo, un asador de pollos que une lo mejor del producto del campo con la cocina a la brasa. El pollo asado a la brasa con adobo, la estrella de la carta, comparte protagonismo con esta tortilla-coulant, elaborada en un horno Josper, lo que le concede un sabor ahumado y un exterior cuajado que esconde un interior cremoso.
El restaurante, que se encuentra en calle de Raimundo Fernández Villaverde, 50, en el centro financiero de Madrid, une en este plato la esencia de la tradición gastronómica española con lo mejor de las brasas, creando una de las recetas más innovadoras que se pueden probar en la capital.
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Alta, muy poco cuajada y en formato individual, esta es sin duda una de las tortillas de patatas más sorprendentes de la capital, con un formato que nos recuerda al clásico coulant de chocolate creado en los años 80 por el chef francés Michael Bras. Al igual que cuando abrimos este postre, cuando hincamos el cuchillo en esta tortilla liberamos un interior cremoso, casi líquido, conformado por huevo y patata muy cocinada, que se desparrama sobre el plato como si de un volcán se tratara.
Esta curiosa forma no se podría conseguir en una sartén normal, forma habitual de cocinar las tortillas españolas. Esta original versión, que es toda una novedad en la forma de elaborar este plato, destaca porque se cocina en un horno Josper, uno de los más codiciados del mundo. Con el calor de las brasas se logra que la tortilla quede bien cocida por fuera, creando una capa lo suficientemente fuerte para soportar su altura. Sin embargo, al cortarla con un cuchillo, revela un interior apenas cuajado, que fluye en el plato.
Pollos, tortilla y piña a la brasa
Hace menos de un año que Cakareo inició su andadura, con la aspiración de convertirse en un referente en el mundo de la brasa en Madrid. Antes de comenzar esta aventura, que abrió sus puertas en septiembre de 2023, sus dueños han dedicado tiempo a viajar por Europa, recorriendo ciudades como Oporto, Lisboa, Londres, París y varias localidades de España, investigando la rica cultura del pollo asado que cada uno de estos lugares ofrece.
Su menú no se limita al pollo asado, tampoco a esta curiosa tortilla; los comensales también pueden disfrutar de platos basados en la verdura como el puerro asado al Josper o alcachofas a la brasa, productos procedentes de proveedores de todo el territorio nacional. Las brasas llegan incluso a los postres, con uno de sus platos estrella: la piña asada, un dulce final perfecto para una comida, que, al igual que el resto de platos, se beneficia de la singularidad que confiere el cocinar sobre las brasas.