La cadena de comida rápida McDonald’s abría el pasado mes de diciembre en Bolingbrook (Illinois) su primer local piloto de CosMc’s, que presenta como una franquicia propia centrada sobre todo en bebidas “refrescantes” con combinaciones de sabores variopintos. La propia cadena en su página web especificaba que los locales de CosMc’s, ambientados en el espacio, se centrarán en la “exploración de bebidas” y combinarán sabores “atrevidos e inesperados” con colores vibrantes.
El primer local de Bolingbrook servirá como prueba, al igual que otros diez CosMc’s piloto que la empresa pretende abrir en las zonas de Dallas y San Antonio (Texas) para finales de 2024. Si funcionan, se propondrán expandir este nuevo formato. Como en un McDonald’s común, los clientes podrán recurrir al autoservicio y pedir la comida desde su coche, a través de las ventanas de los locales, aunque no cuentan por el momento con un espacio para comer en el interior del restaurante.
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Esta apuesta, pensada para cubrir un hueco en el mundo de las cafeterías en Estados Unidos, hace competencia a otras con objetivos similares como puede ser Starbucks, con las bebidas como el foco principal de un menú que también incluye algunas opciones de comida como sándwiches o dulces. Todo esto lo ha podido probar la influencer española @aquisandrax, afincada en Estados Unidos. Esta zaragozana, con más de 3 millones de seguidores en TikTok, muestra en redes cómo es el día a día al vivir en este país, creando especialmente contenido gastronómico y de viajes.
Ahora, Sandra ha viajado hasta Chicago para visitar el primer local del nuevo concepto de restaurantes de McDonald’s y contar a sus seguidores españoles cómo ha sido la experiencia. “La idea de este sitio es que sea como el típico al que vienes a tomarte un café, a merendar, o a desayunar”, ha explicado la española antes de comenzar con su crítica.
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Para comenzar su review, la tiktoker probó el Churro Cold Brew Frappé, una bebida fría con sabor a churro, canela y nata, que no le entusiasmó. “Huele a azúcar que mata”, comenzaba antes de dar su primer sorbo, tras el que aseguraba que, aunque aprueba en cuanto a sabor, “no sabe nada a churro”.
Una mejor opinión le merecieron el resto de bebidas, algunas como el Sour Cherry Energy Burst, que es una bebida energética a base de granizado de cereza ácida con bolitas ‘boba’; el Chai Frappé Burst, un té Chai granizado mezclado sobre boba dulce y acabado con nata montada y canela espolvoreada; o el Blackberry Mint Green Tea, un té verde con menta y arándanos. Las notas que le ha dado a las diferentes bebidas han llegado al notable, superando sus expectativas.
El menú de este nuevo espacio incluye también opciones de comida como una hamburguesa de queso picante, bocaditos de patatas fritas y bocaditos de pretzel servidos con salsas. Los postres incluyen un sundae de galleta de limón y arándanos, brownies de dulce de caramelo o McPops, dulces rellenos que, según la influencer, “saben a cualquier donut de chocolate”.
También críticas: “hace que el McDonald’s de al lado parezca bueno en comparación”
La influencer española no es la única que ya ha dado su opinión sobre este nuevo proyecto de McDonald’s. En diversos medios y publicaciones internacionales, los críticos gastronómicos han querido probar y dar su visión sobre las nuevas bebidas y bocados de esta cadena de comida rápida. Así lo hizo el periodista Pearse Anderson en The Guardian, cuya opinión fue rotunda: “CosMc’s realiza un truco de magia surrealista: hace que el McDonald’s de al lado parezca bueno en comparación”.
El periodista criticó principalmente el modelo de negocio que McDonalds’ había elegido, un drive-through que solo permite a los clientes recoger su comida en coche. “Hablé con Helen Fish, la primera clienta que recibió su comida esa mañana. La mitad de su pedido era incorrecto. Si estuviera en el McDonald’s de al lado, podría acercarse a la caja y pedir ayuda. ¿Pero en CosMc’s? No podía dar marcha atrás en el autoservicio de sentido único, no podía entrar, y los carriles de autoservicio en los que podía volver a entrar se habían llenado de docenas de coches”, explicaba el periodista.
Este no es el único inconveniente que Anderson observa en este nuevo restaurante. “Siempre será humillante tener que buscar un baño público después de pagar 28 dólares en un restaurante”, comentaba el periodista en su crítica.