Cómo hacer engañamaridos, la receta dulce, económica y tradicional de la gastronomía de Huelva

Esta receta sencilla necesita solamente tres ingredientes básicos y no requiere amasado ni tiempo de fermentación

Engañamaridos, un postre de origen onubense (ShutterStock)

Las masas fritas son todo un clásico de cualquier recetario de postres tradicionales en España. Cada esquina del país tiene sus propios dulces fritos, desde los pestiños de Cádiz hasta los buñuelos de viento, pasando por postres carnavelescos como las flores fritas o por recetas atemporales como los churros. En Huelva cuentan con su propio postre frito típico, una receta original de la localidad de Valverde del Camino que destaca por su sabor y también por su curioso nombre.

El postre en cuestión se llama engañamaridos y se trata de una sencilla masa dulce frita y rebozada en azúcar y canela. Aunque no se conoce a ciencia cierta la razón de esta curiosa nomenclatura, se dice que reciben ese nombre porque aparentan complejidad cuando en realidad son muy fáciles de hacer. De esta manera, las esposas podían preparar un postre resultón en muy poco tiempo y con un puñado de ingredientes, sorprendiendo a sus maridos sin casi esfuerzo.

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Esta receta sencilla necesita solamente tres ingredientes básicos: harina, aceite de oliva y vino blanco. Sin la necesidad de amasado ni fermentación, la masa resulta extremadamente fácil de elaborar, lo que contribuye al atractivo de esta receta para cocineros de todos los niveles. Una vez fritos, estos dulces mantienen una textura crujiente irresistible que además se mantiene durante varios días si se almacenan correctamente en un recipiente hermético. El paso final de esta elaboración consiste en rebozar los engañamaridos en azúcar y canela, un toque final dulce que completa una receta deliciosa y de lo más sencilla.

Fritura de los engañamaridos (Shutterstock)

Valverde del Camino, lugar de origen de este delicioso dulce

Como se refleja en blogs gastronómicos como el de ‘Y hoy qué comoemos’, esta receta dulce proviene del pueblo onubense de Valverde del Camino. Con una población de poco más de 12.000 habitantes, se sitúa estratégicamente entre los valles de los ríos Tinto y Odiel, en la comarca del Andévalo. Este municipio, con orígenes en el siglo XIV, ha jugado un papel fundamental como punto de descanso para los viajeros que cruzan la provincia de Huelva, facilitando el intercambio entre los puertos y la Sierra y Extremadura.

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Su nacimiento alrededor de una venta, conocida entonces como Facaínas, propició el crecimiento de una comunidad que, a pesar de las limitaciones en recursos naturales, prosperó gracias a la industria y la artesanía. Los restos arqueológicos, incluidos un conjunto de dólmenes, atestiguan la presencia humana desde épocas prehistóricas, mientras que en la era romana, sus minas fueron explotadas, marcando el inicio de una larga tradición de aprovechamiento de los recursos del terreno.

Su gastronomía refleja la rica historia de esta región, conocida por platos que incorporan productos ibéricos, guisos con setas de temporada, y dulces artesanales como estos engañamaridos que muestran la influencia de las diferentes culturas que han ocupado este territorio a lo largo de los siglos.

Receta de engañamaridos

Tiempo de elaboración: 25 minutos

Raciones: 8 personas

Ingredientes:

  • 200 ml de vino blanco
  • 500 g de harina
  • 200 g de canela
  • 200 g de azúcar
  • 100 ml de aceite de oliva
  • Aceite de girasol o de oliva suave para freír
  • La cáscara de 1 limón

Elaboración:

  1. En primer lugar, mezclamos el aceite y el vino con la harina hasta conseguir una masa homogénea.
  2. Una vez hecho esto, comenzaremos a estirar la masa y si esta se rompiese, le tendremos que añadir más harina hasta conseguir que esto no suceda.
  3. Dividiremos la masa en distintas porciones del mismo tamaño. Para ello, espolvoreamos un poco de harina en la encimera y creamos porciones de masa del tamaño de una nuez. Una vez separada la masa, estiramos cada trozo con un rodillo hasta que quede finas, de un par de milímetros de grosor.
  4. Una vez estirada la masa y hechas las porciones, las freímos en aceite muy caliente. Para ello, ponemos a calentar una sartén con aceite al que añadiremos un trozo de cáscara de limón como aromatizante, sin restos de la piel blanca del cítrico.
  5. Freímos los engañamaridos hasta que estén dorados, pero no tostados y, mientras tanto, los dejamos en un plato con papel de cocina para que expulsen el aceite restante. Mientras sigan caliente, los pasamos por una mezcla de azúcar y canela.
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