Médicos españoles se posicionan sobre el SIBO: estos son los síntomas que no se asocian al sobrecrecimiento bacteriano

El SIBO cada vez gana más presencia en las redes sociales, en buena parte debido a lo inespecíficos que son sus síntomas

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Una mujer molesta por dolores gastrointestinales (Shutterstock)
Una mujer molesta por dolores gastrointestinales (Shutterstock)

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) es una condición poco conocida que puede presentar diversos síntomas que a menudo son ignorados o confundidos con otras afecciones. Esta patología se caracteriza por el incremento anormal de bacterias en el intestino delgado, donde usualmente no se encuentran en altas cantidades. La sintomatología tan inespecífica suele deberse a la fermentación bacteriana de nutrientes y, rara vez, se manifiesta con malnutrición, o carencias de vitaminas y minerales.

Sus síntomas son tan ambiguos que los autodiagnósticos de SIBO están inundando las redes sociales y, a veces, la presencia de uno o más de estos síntomas no es diagnóstico de SIBO y que pueden coincidir con otras enfermedades gastrointestinales. Para un diagnóstico adecuado, los profesionales de la salud suelen realizar un test de aliento, el cual mide la concentración de hidrógeno y metano tras la ingesta de un sustrato fermentable. El tratamiento del SIBO generalmente implica una combinación de antibióticos específicos, dieta y, en algunos casos, procinéticos para mejorar la motilidad intestinal.

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El SIBO ha ganado un notable interés en las redes sociales en los últimos años debido a su impacto en la salud digestiva y el bienestar general. Plataformas como Twitter, Instagram y Facebook han sido utilizadas por pacientes, médicos, y profesionales de la salud para compartir información, experiencias y consejos relacionados con el SIBO, aunque muchas publicaciones no eran más que desinformación. Para combatir esto, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) han firmado un informe en conjunto para posicionarse sobre el SIBO, que acaba de ser publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas.

Representación de bacterias en el intestino (Shutterstock)
Representación de bacterias en el intestino (Shutterstock)

La evidencia clínica disponible en la actualidad sugiere que la mayoría de los pacientes que experimentan síntomas inespecíficos, como distensión abdominal, meteorismo, flatulencia, diarrea intermitente y otros síntomas abdominales, no sufren de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado.

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Aun así, no se recomienda descartar esta condición en estos pacientes, aunque se sugiere considerarlo en aquellos que también presenten factores predisponentes, seleccionando cuidadosamente el método diagnóstico y el sustrato para llevar a cabo la prueba. Para diagnosticar el SIBO, se sugiere utilizar la glucosa como sustrato para el test del aire espirado en lugar de la lactulosa, debido a su mayor sensibilidad y especificidad. Además, es crucial que estas pruebas sean interpretadas por personal experto para garantizar una evaluación precisa.

En lo que respecta al manejo del sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, se recomienda evitar el uso indiscriminado de antibióticos en pacientes con patologías funcionales altamente prevalentes, como el síndrome del intestino irritable. Es fundamental adoptar un enfoque más individualizado y considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios de cualquier tratamiento antibiótico, teniendo en cuenta la situación clínica específica de cada paciente.

El laboratorio Temis Lostaló trajo al país Floratil, un complemento natural que restaura y protege la microbiota, y puede ser utilizado por adultos, niños y embarazadas cuando tienen que tomar antibióticos.

Además de los aspectos físicos, el SIBO puede tener un impacto significativo en la salud emocional y social de los pacientes. La incomodidad física constante, los cambios en la dieta y los síntomas impredecibles pueden provocar estrés o cierta ansiedad. Es fundamental que los pacientes reciban apoyo tanto médico como emocional para abordar todos los aspectos de su bienestar.

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