Valladolid está lleno de rincones donde el lechazo asado, su plato estrella, juega en otra liga. Elaborado al horno de leña, este plato es reconocido dentro y también fuera de España. El lechazo vallisoletano ha sido reconocido a nivel europeo en la guía Opinionated About Dining, a través de un restaurante que se ha convertido en destino obligatorio para aquellos amantes del buen cordero lechal.
Mannix se fundó un 27 de junio de 1981, de la mano de la matriarca de la familia, Rosaura; acompañada de su madre Irene y Eusebio, su marido. El restaurante se creó en un primer momento para dar bodas, comuniones y eventos, ya que no había por la zona un restaurante de semejante magnitud. Pronto, el buen hacer de Eusebio al mando de los hornos fue ganando fama incluso fuera de las fronteras vallisoletanas, llegando hasta Madrid, País Vasco, Galicia y otras comunidades Españolas.
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Desde entonces, clientes de toda España peregrinan hasta el pequeño pueblo de Campaspero para probar el afamado lechazo churro. Este icónico restaurante no solo tiene el beneplácito de sus clientes; tanto la Guía Repsol como la Michelin lo incluyen entre sus recomendaciones. Pero, además, este año el Mannix ocupa el primer puesto de la lista de los mejores restaurantes casual de Europa, una selección elaborada por la guía gastronómica ‘Opinionated About Dining’.
La guía gastronómica Opinionated About Dining (OAD), dirigida por el empresario estadounidense Steve Plotnicki, elabora cada año su lista de mejores restaurantes en cada continente. Además, en el caso de Europa, distingue otros rankings como son el de los Mejores Restaurantes Casual de Europa. Dentro de la lista creada en esta categoría para el año 2023, Mannix ha sido el primero, seguido de otros tres restaurantes españoles: Elkano (Getaria), Los Marinos Jose (Fuengirola) y D ‘Berto (O Grove).
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El mejor lechazo asado se come en un pueblo de Valladolid
Gemma García es el nombre de su chef, una cocinera formada en la escuela vasca de Luis Irizar que elabora los platos que acompañan al famoso lechazo, que hornea y borda su tío Marco Antonio. La matriarca de la familia, Rosaura, fue la abuela de Gemma y fundadora de este emblemático restaurante. Ahora son sus padres y ella, junto a sus hermanos, quienes hacen evolucionar el proyecto.
El restaurante se ubica en Campaspero, un pueblo de poco más de mil habitantes, en la provincia de Valladolid. Famoso por su industria cantera, de este pequeño municipio se extrae la piedra que también lleva su nombre, muy valorada entre interioristas y arquitectos. Ubicado en plena cuna del lechazo, Mannix es sin duda su restaurante más conocido, una verdadera meca para los amantes de este plato de cordero lechal.
Elaborado por cuartos sobre cazuelas de barro y asado en horno de leña, el famoso lechazo de Mannix se elabora como manda la tradición. Este lechazo es el culpable de que Mannix sea destino gastronómico a nivel nacional, pero, además, los comensales pueden disfrutar de otras carnes y especialidades con casquería.
Allí, también se pueden disfrutar las elaboradas recetas que la chef crea con los productos de la zona, que proceden de la carnicería y de la finca familiar. Los puerros braseados al horno de leña con vinagreta de tomate, almendra y emulsión de ibéricos, la ensaladilla rusa con huevo frito, sardina ahumada y trufa o los boquerones sobre guacamole brunoise de tomate y mango son algunos de los entrantes que Gemma elabora en su casa. Todas estas delicias están maridadas con caldos de la zona, principalmente de la Ribera del Duero, incluyendo algunas referencias de Toro, Rueda, Cigales o Castilla y León.