La depresión es un trastorno mental caracterizado por una sensación persistente de tristeza, pérdida de interés o placer en actividades normalmente disfrutadas, junto con una capacidad reducida para llevar a cabo actividades diarias, durante al menos dos semanas. Además de estos síntomas principales, las personas pueden experimentar una variedad de síntomas emocionales y físicos, incluyendo cambios en el apetito o el peso, trastornos del sueño, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultades de concentración, y pensamientos de muerte o suicidio.
Se trata de un trastorno complejo con múltiples causas, incluyendo factores genéticos, bioquímicos, ambientales y psicológicos. A pesar de su gravedad, la depresión puede tratarse eficazmente mediante una combinación de terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual o la psicoterapia interpersonal, y, en algunos casos, medicación, como los antidepresivos.
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Para hacer frente a la depresión, un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) se ha lanzado a un ambicioso estudio con más de 20.000 participantes para comprender mejor esta enfermedad. La conclusión fue sorprendente: las personas con una temperatura corporal alta tendían a padecer depresión, según publicaron en Scientific Reports. Además, la investigación mostraba que, a medida que los síntomas depresivos se agravaban, la temperatura corporal aumentaba.
Aunque el experimentó abarcó hasta 106 países, todavía son necesarias más pruebas para confirmar que una temperatura corporal alta cause depresión o viceversa. No obstante, lo que sí está demostrado es que existe una relación entre la depresión y la temperatura que merece la pena investigar. Si se terminara por concluir que esto es así, entonces podríamos desarrollar nuevas terapias enfocadas a mantener fresco nuestro cuerpo y así ayudar a las 280 millones de personas que padecen depresión en todo el mundo (según los datos de la Organización Mundial de la Salud).
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Según los científicos, son varias las razones que podrían explicar este curioso vínculo. La primera teoría es que la depresión esté ligada a la generación de un calor extra en el cuerpo o, por el contrario, a funciones biológicas que no enfrían correctamente. Otras teorías apuntan a una causa común, como que el estrés mental afecte tanto a la temperatura como a la depresión.
El impacto de la depresión en España
En España, la depresión es una condición relevante en el panorama de la salud mental, afectando a un amplio segmento de la población. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), aproximadamente el 5,8% de los españoles mayores de 15 años reportaron haber sido diagnosticados con depresión en el año previo a la última Encuesta Europea de Salud en España (EESE), realizada en 2020. Esta cifra sugiere una prevalencia significativa de la enfermedad en el país.
El impacto de la depresión se observa tanto en hombres como en mujeres, aunque la prevalencia es mayor en el género femenino. Las mujeres reportan tasas de depresión diagnosticada prácticamente el doble que los hombres, lo que pone de manifiesto la necesidad de abordar esta condición con una perspectiva de género.