Estas son las mejores patatas bravas de España: tradicionales en Madrid y creativas en Valencia

Durante esta semana, la mejor cocina del país se ha dado cita en la vigésimo segunda edición de Madrid Fusión, un congreso en el que los chefs y empresarios del mundo de la gastronomía presentan sus apuestas e ideas más innovadoras. Además de las ponencias y exposiciones, los concursos son uno de los momentos más esperados en estas fechas, entre ellos campeonatos como el de la mejor croqueta de jamón de España o el de mejor ‘Bocadillo de autor’.

Este año, el congreso Madrid Fusión ha incluido un nuevo concurso a su lista, en esta ocasión en colaboración con la marca de tinto de verano La Casera. Se trata de la primera edición del Campeonato Nacional para elegir las mejores patatas bravas creativas y las mejores patatas bravas tradicionales, con el maridaje de este refrescante tinto de verano como acompañante.

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Este certamen profesional se ha dividido en dos categorías, patatas bravas tradicionales y patatas bravas creativas, para premiar lo clásico pero también acoger nuevas versiones de la popular receta. Tras un filtro de candidatos realizado por los organizadores, siete chefs fueron los seleccionados: estos finalistas, de todas partes de España, se han medido en este martes 30 de enero en la final del I Campeonato Nacional de Bravas de Madrid Fusión.

El ganador de cada categoría, los cocineros que consiguen el título de Mejores patatas bravas para maridar con Tinto de Verano La Casera® de Madrid Fusión 2024, conseguirán además una comida en Noor (Córdoba, tres estrellas Michelin) con maridaje y una noche de alojamiento en el Hotel H10 Palacio de Colomera, valorado en 1.000 €, más un lote de productos de Tinto de Verano La Casera®.

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El ganador del premio a las mejores patatas bravas tradicionales ha sido Miguel Carretero, del restaurante Santerra (Madrid), recientemente reconocido con una estrella Michelin. Su plato está formado por unas patatas agrias cortadas en trozos muy pequeños, buscando una patata muy crujiente.

Después, elaboran una salsa tradicional: aceite con un poco de ajo, infusionado hasta que consigue un color dorado; cebolla, cayenas, hueso de jamón y un chorizo asturiano que le da un delicioso toque ahumado. A esto se le añade un toque de caldo de cocido, un refrito de pimentón picante y dulce y, fuera del fuego, un poco de vinagre.

Los otros dos cocineros que han llegado a esta final nacional, compitiendo por el reconocimiento a la mejor receta tradicional de bravas de España, han sido Daniel Moreno, del restaurante Tragatá (Málaga), segunda marca del restaurante Bardal (dos estrellas Michelin); y Alejandro Loaiza, del restaurante Informal (Barcelona), con un Sol Repsol.

En este caso, el premio a la mejor receta de patatas bravas creativas se va a Valencia. Este reconocimiento ha sido para el chef Gonzalo Silla, del restaurante Vuelve Carolina, del chef Quique Dacosta. Gonzalo es autor de las patatas bravas ganadoras, un plato con una receta de lo más original. Para elaborarlas, han gelificado una crema de patata y, para poder freírla, la han cocinado en una tempura.

En cuanto a la salsa, se elabora con chipotles ahumados, un ingrediente que le da un sabor picante que no es muy invasivo pero le da “un toque diferente”. Además, la salsa lleva grasa de jamón, cebolla y ajo, todo cocinado bastante tiempo y triturado. Por encima, el chef ha añadido una lámina de papada que, con el calor, se derrite formando una deliciosa capa de grasa.

El resto de concursantes, finalistas en esta categoría de patatas bravas, han sido Alejandro Ortega, del restaurante Vint (Mallorca); Sergio del Río, del restaurante Oleo (Málaga); y José Luis Bonilla Tipan, del restaurante Lume (Santiago de Compostela), barra gastronómica de Lucía Freitas