El restaurante con dos estrellas Michelin que está en un pueblo de apenas 100 habitantes y ofrece un menú por 32 euros

En el pequeño concejo de Urdániz, perteneciente al municipio de Esteríbar y agradable lugar de paso de la ruta de los peregrinos a Santiago de Compostela, se encuentra El Molino de Urdániz, un restaurante que combina alta cocina y sostenibilidad. El chef David Yárnoz es el encargado del éxito de El Molino, un restaurante familiar que el cocinero recuperó en 2004 y que elevó al olimpo de la alta cocina gracias a una gastronomía creativa que exalta el buen producto navarro.

Poco después de comenzar esta aventura, en 2007, David Yárnoz consiguió la primera estrella Michelin para El Molino de Urdániz, un reconocimiento que mantuvo hasta noviembre de 2018, cuando obtiene la segunda estrella. Con este logro, la cocina de Yárnoz lograba todo un hito en la historia de la gastronomía de Navarra, pues El Molino se convertía en el primer restaurante con dos estrellas en toda la Comunidad Foral.

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El Molino de Urdániz, con dos estrellas Michelin, ocupa un antiguo caserío en medio del bosque que rodea la carretera de este pequeño municipio de apenas 100 habitantes. En su interior de piedra se puede encontrar la sala gastronómica del piso superior de la casona, donde se sirve un único menú degustación sorpresa elaborado por el chef. Esta degustación llamada “Clásicos y Evolución” se compone de 14 platos y hace un recorrido por las creaciones más emblemáticas y representativas, sin olvidar los últimos platos, basados en una cocina de autor sostenible y en la excelencia del producto navarro. Su precio es de 155 euros por persona, sin bebidas incluidas.

En El Molino de Urdániz, la alta gastronomía también tiene su versión adaptada a todos los públicos. El chef navarro ha querido completar su oferta gastronómica creando un espacio de restauración donde poder mostrarse en todo su esplendor ante una clientela general. De esta forma, el buen producto, la técnica y el saber hacer propio de El Molino se traslada también a Origen, un pequeño espacio situado en la planta baja del edificio donde el cocinero trabaja una cocina más cercana y confortable.

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Este nuevo concepto, más informal y desenfadado, ofrece un único menú del día centrado en el recetario tradicional y regional navarro. Esta oferta tipo bistró está formada por platos como la terrina cremosa de puerros y langostinos con salsa tártara; los huevos ecológicos del valle de Iza escalfados y acompañados de un guiso de setas de temporada; la presa Pio Negro “Maskarada” asada con tximitxurri, o el guiso tradicional de callos, patas y morro de ternera. Su precio es de 32 euros, sin bebidas incluidas.

La historia de El Molino de Urdániz está repleta de hitos. Después de lograr las dos estrellas Michelin que le catapultó al éxito, Yárnoz inauguró en noviembre de 2019 el restaurante Molino de Urdániz en Taiwán, situado en el hotel de lujo Musa de Taipéi. Esto supone una réplica de su cocina a nada menos que 10.474 km de distancia, un lugar en el que probar la mayoría de los platos que se pueden encontrar en la “casa madre”. En agosto de 2020, en tiempo récord, el Molino de Urdániz de Taipéi se alzó con su primera estrella Michelin y, en 2023, con la segunda.

En este 2024, el restaurante ha conseguido otro gran logro. La Guía Michelin de 2024 distinguía a Molino de Urdániz con la Estrella Verde, un premio que valora la labor ambiental de los restaurantes de alta cocina. Esta filosofía sostenible se refleja en los platos del cocinero; 8 de cada 10 ingredientes que utilizan son procedentes de proveedores locales, lo que favorece la gastronomía de kilómetro cero y disminuye la huella de carbono relacionada con el transporte y el embalaje.