Los tres trucos de una neurocientífica para mejorar la memoria en el día a día y no olvidarse de nada a largo plazo

La clave para mejorar nuestra memoria es ejercitarla diariamente, algo que nos dará beneficios en el presente y en la memoria a largo plazo. No todos tenemos las mismas habilidades memorísticas, algunos pueden tener una fuerte memoria de trabajo (retiene información inmediatamente después de aprenderla), mientras que otros pueden destacar por la memoria a largo plazo (recuerda información más de un día después de memorizarla). Sin embargo, ambas son importantes y merecen ser ejercitadas.

La doctora Tara Swart Bieber es neurocientífica y profesora titular en el MIT Sloan, así como autora del libro La fuente: Los secretos del universo, la ciencia del cerebro. Como experta, la doctora Swart recoge tres trucos que pueden resultar muy útiles para mejorar nuestra memoria en el día a día.

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La fragmentación implica dividir fragmentos de información largos, aleatorios y complejos en fragmentos más pequeños para retenerlos mejor. Si vemos un número, “3-3-2-1-6-7″, por ejemplo, podemos dividirlo en “33″, “21″ y “67″. También ayuda asignar a esos números un significado propio, como la edad, un código postal, una fecha señalada...

La fragmentación también es muy útil para las exposiciones, por ejemplo. Si no queremos olvidar ningún dato importante, un ejercicio puede ser elaborar un listado con los términos claves y, después, repetirlos en voz alta.

El método de repetición espacial consiste en aumentar la memoria en intervalos de tiempo cada vez más largos. Si queremos recordar un hecho o un nombre, puede ser útil decirlo varias veces en voz alta justo después de adquirirlo. Luego, debemos repetirlo horas más tarde, al día siguiente, a la semana siguiente... De esta manera, nos aseguraremos de haber aprehendido el término.

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Cualquier actividad capaz de estimular nuestra mente aumentará y mejorará nuestra capacidad intelectual. Si bien esto es cierto, nuestro estilo de vida es un complementario de estas habilidades de memoria, como pueden ser los siguientes:

• Ejercicio físico: varios estudios apuntan a que el deterioro cognitivo es dos veces más frecuente en los adultos inactivos que entre los activos.
• Una dieta saludable: las frutas y verduras, los frutos secos, el café o el chocolate negro son alimentos muy recomendable para ejercitar la memoria. Todos ellos tienen un elevado contenido de polifenoles, que son unos poderosos nutrientes que ayudan a proteger contra el deterioro cognitivo.

En España, el Alzheimer constituye una de las principales causas de discapacidad entre personas mayores, siendo también una de las enfermedades neurodegenerativas más prevalentes. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, en el país se estiman más de 800,000 casos, cifra que podría duplicarse para 2050 debido al envejecimiento poblacional.

Los investigadores de nuestro país están activamente involucrados en estudios para entender mejor la patología y desarrollar tratamientos más efectivos. Además, existe una notable implicación de organizaciones no gubernamentales y asociaciones, como la Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (CEAFA), en la provisión de recursos y apoyo a pacientes y cuidadores. A nivel gubernamental, se han implementado estrategias nacionales para abordar esta enfermedad, con el fin de mejorar la detección temprana, la atención y el apoyo.