El esófago de Barrett es una condición clínica en la cual el revestimiento del esófago, el tubo que lleva los alimentos desde la boca hasta el estómago, sufre una alteración y se cambia por un tipo de tejido similar al que se encuentra habitualmente en la mucosa intestinal. Este cambio se conoce como metaplasia intestinal y suele ocurrir en la parte inferior del esófago.
La causa más común del esófago de Barrett es el daño crónico proveniente del ácido estomacal. Esto es frecuentemente el resultado de reflujo a largo plazo de ácido estomacal hacia el esófago, una condición denominada enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE. Aunque muchas personas experimentan reflujo ácido ocasionalmente, aquellas con ERGE lo sufren de manera crónica y con frecuencia. Esta exposición prolongada al ácido puede provocar cambios en las células del revestimiento del esófago.
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Síntomas del esófago de Barrett
El esófago de Barrett en sí mismo no produce síntomas específicos. Los síntomas asociados con esta condición suelen ser los mismos que experimentan las personas con ERGE, que pueden incluir:
- Acidez estomacal crónica o ardor en el pecho.
- Dificultad para tragar (disfagia).
- Dolor en el pecho.
- Regurgitación de alimentos o líquidos ácidos.
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Es importante destacar que no todas las personas con ERGE desarrollarán esófago de Barrett, y algunas personas pueden tener esófago de Barrett sin haber experimentado nunca síntomas de ERGE.
Tratamiento del esófago de Barrett
El abordaje para el tratamiento del esófago de Barrett suele estar focalizado en dos áreas principales: el control de los síntomas de ERGE y la prevención del progreso a displasia o adenocarcinoma esofágico, un tipo de cáncer de esófago. Para lograr estos objetivos, los tratamientos pueden incluir:
- Medicamentos: Controlar el ácido estomacal a través del uso de medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) puede aliviar el reflujo ácido y permitir que el tejido dañado se cure.
- Cambios en el estilo de vida: Medidas como elevar la cabecera de la cama, evitar alimentos que desencadenan el reflujo, perder peso si se tiene sobrepeso y dejar de fumar pueden ayudar a disminuir los síntomas de ERGE.
- Vigilancia endoscópica: Los pacientes con esófago de Barrett suelen requerir una endoscopia regular para monitorizar el tejido esofágico en busca de cambios precancerosos o cancerosos. Si se detecta displasia, se pueden considerar opciones de tratamiento más avanzadas.
- Tratamiento de displasia: Para aquellos casos donde se identifica displasia, existen tratamientos endoscópicos como la resección mucosa endoscópica (EMR) o la ablación por radiofrecuencia, destinados a eliminar o destruir las células anormales.
- Cirugía: En casos graves en los que hay cambios significativos en el tejido o en la presencia de cáncer esofágico, se puede requerir una esofagectomía, que es la extirpación quirúrgica de parte o la totalidad del esófago.
Como explica la Clínica Mayo, las estrategias de tratamiento y seguimiento del esófago de Barrett son esenciales y deben ser individualizadas para cada paciente, teniendo en cuenta el grado de displasia y la presencia de otros factores de riesgo. La cooperación del paciente en términos de manejo del estilo de vida y cumplimiento de las recomendaciones médicas es fundamental para un resultado exitoso.