Regalos, familia y roscón. Sin duda, son los tres pilares fundamentales del día de Reyes, celebrado el 6 de enero de cada año. Este postre redondo, decorado con fruta escarchada y relleno de pequeñas figuritas, es un imprescindible en esta fecha. Tanto es así que, cada año, se calcula que los españoles consumen alrededor de 30 millones de roscones de Reyes en estas fechas, un número que demuestra nuestro amor por este dulce nacional.
En el resto del mundo, el día de la Epifanía se celebra también con dulces, algunos muy similares a nuestro clásico roscón y otros con toques de lo más diferenciadores. Pero incluso dentro de España hay otros dulces con los que se celebra este día, más allá del roscón de Reyes. Uno de ellos es el casca de Reis, una rosca de origen valenciano llena de curiosas características que puede convertirse en la alternativa perfecta para aquellos que quieran probar algo nuevo.
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La casca, un postre con forma de serpiente para regalar en Reyes
La Casca de Reis es un dulce típico navideño de la cocina de la Comunidad Valenciana, así como de las Islas Baleares, una delicia que combina boniato o calabaza, almendra molida, yema confitada y azúcar, y que, según las manos que la cocinan, incorpora también canela, merengue o raspadura de limón o naranja. A pesar de su apariencia, relativamente similar a la del roscón, y de la similitud en la tradición que acompaña a ambos, se trata de un postre muy distinto. Además de en sus ingredientes, este dulce valenciano se diferencia en que no tiene figuritas dentro, aunque habitualmente se decora con chocolatinas alrededor.
La casca de reis se elabora a base de una masa con almendra molida, azúcar y huevo, una combinación muy similar en sabor al clásico mazapán, que se puede rellenar de yema confitada, boniato o calabaza. Aunque se puede confundir con el mazapán, ya que los ingredientes principales son también la almendra molida y el azúcar, las proporciones son diferentes: en el mazapán se mezclan a partes iguales, mientras que en la casca la cantidad de azúcar utilizado es la mitad que la de almendra. Además, la masa de la casca se mezcla con huevos, mientras que la masa del mazapán normalmente no contiene.
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Pero si por algo llama la atención este postre navideño es por elaborarse con forma de serpiente, una curiosa estética que los convierte en una delicia para los más pequeños. De hecho, a este postre se asocia la tradición de que sean los padrinos los que se lo regalen a los ahijados, sorprendiéndoles así con este curioso dulce para consumo de toda la familia en el Día de Reyes. A cada niño se le regala la suya, cuyo tamaño varía según su edad.
El origen de esta costumbre o tradición podría ser de herencia morisca, dados los principales ingredientes con los que se elabora, donde predomina sobre todo la almendra y el boniato. El libro de Llibre de Coch, el primer recetario impreso en valenciano datado del año 1520, fue el primer registro escrito de una receta de casca, representando una elaboración que se ha mantenido inalterable durante siglos. Es probable, sin embargo, que no fuera hasta el siglo XVIII cuando este postre se comienza a identificar con los Reyes Magos para, finalmente, consolidarse como el dulce tradicional por tal fecha hasta la actualidad.