Cinco postres del mundo que endulzan el día de Reyes más allá del roscón

El roscón de Reyes es el último bocado dulce de la Navidad, aunque no por ello el menos importante. Aunque cada español cuente con sus propios postres y dulces preferidos, parece que la noche del 5 de enero y el día siguiente nos llevan a un acuerdo general: el roscón de Reyes consigue ser el absoluto protagonista. Tanto es así que, cada año, se calcula que los españoles consumen alrededor de 30 millones de roscones de Reyes en estas fechas, un número que demuestra nuestro amor por este dulce nacional.

La fiesta de la Epifanía en la tradición cristiana se identifica con la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús, pero se refiere en realidad al momento en que Jesús se da a conocer, pues la palabra epifanía, de origen griego, significa revelación. Esta fiesta marca el final de las Navidades en muchos países de tradición cristiana, tanto en países hispanohablantes como en algunos europeos. En el resto del mundo, el día de la Epifanía se celebra también con dulces, algunos muy similares a nuestro clásico roscón y otros con toques de lo más diferenciadores.

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Muy similar en aspecto a nuestro roscón, el Bolo Rei portugués es una tradición que empezó en la segunda mitad del siglo XIX. Este postre se diferencia del español porque la masa lleva pasas y frutos secos como nueces, almendras o piñones y, además, se aromatiza con vino de Oporto. El resultado es una masa esponjosa y suave, muy aromática (incluso antes de ir al horno) y totalmente deliciosa.

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La galette des rois es una torta que celebra el día de la Epifanía, tradicionalmente vendida y consumida durante estos primeros días del año en Francia y en Bélgica. Este pastel está elaborado a base de hojaldre y suele rellenarse de frangipane, una crema a base de almendras dulces, mantequilla, huevos y azúcar. También hay otras variedades de chocolate, manzana o fruta confitada.

Al igual que el tradicional roscón español, la galette des rois también oculta en su interior una haba; el que la encuentre se convertirá en el rey o reina del día y deberá portar la corona de cartón que suele acompañar esta deliciosa galette.

A pesar de su impronunciable nombre, este postre alemán se acerca y mucho a las tradiciones dulces españolas durante este día tan especial. El dreikönigskuchen es otro pastel de Epifanía, en este caso típico en Suiza y Alemania, que se consume para celebrar la llegada de los Reyes Magos. Está elaborado con masa de levadura dulce que se forma en bolas, se dispone en forma de flor y se espolvorea con almendras laminadas y azúcar glas. En su interior se esconde también un rey, y va adornado con una corona dorada.

En México encontramos la suculenta rosca de Reyes, un postre muy similar a nuestro roscón que antaño se adornaba con higos, acitrón -dulce cristalizado hecho a partir de la pulpa de ciertas cactáceas- y ate, pasta de fruta con azúcar. Hoy en día este dulce se adorna con tiras de frutas cristalizadas propias de la región y con unas características bandas de pasta de azúcar, unas costras que determinan su curioso aspecto.

Aunque no se trate de un postre, este ponche dulce es una de las formas más populares de celebrar el día de Reyes a través de la gastronomía. El wassail es una bebida de sidra con especias y miel que suele beberse en Inglaterra a principios de enero, comúnmente alrededor del día de Reyes. Del nombre de esta bebida procede el Wassailing, una de las más antiguas tradiciones de invierno en Inglaterra. Esta tradición, que data del siglo XV, consiste en ir de puerta en puerta cantando y ofreciendo sidra caliente a cambio de regalos, una costumbre que aún se practica en algunas zonas.