El síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable, es un trastorno gastrointestinal funcional crónico caracterizado por un conjunto de síntomas que incluyen dolor abdominal, hinchazón y cambios en los patrones de evacuación, tales como diarrea o estreñimiento, o una alternancia entre ambos. Afecta aproximadamente entre el 10% y el 20% de la población mundial, entre el 2,3 y el 12% en España según datos del Ministerio de Sanidad, y es más frecuente en mujeres que en hombres.
La etiología del SII es multifactorial y no está completamente comprendida, pero se reconoce la interacción de factores tanto físicos como psicológicos. Los avances en la comprensión del SII sugieren que las causas pueden incluir una sensibilidad intestinal aumentada, alteraciones en la motilidad gastrointestinal, inflamación leve en el intestino, alteraciones de la flora intestinal y factores psicosociales como el estrés y la ansiedad.
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Las alteraciones en la motilidad intestinal en pacientes con el colon irritable pueden incluir movimientos intestinales acelerados o retardados, lo que se manifiesta en diarrea o estreñimiento, respectivamente. Además, algunos estudios han señalado la posible relación entre el SII y una sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado o disbiosis en la microbiota intestinal.
Estos factores fisiológicos pueden verse influenciados por aspectos psicológicos. El estrés y la ansiedad no solo pueden desencadenar los síntomas, sino también exacerbarlos. Por esta razón, el manejo del estrés y la salud emocional juegan un papel importante en la terapia del SII.
Los síntomas que alertan del colon irritable
Los síntomas pueden variar de una persona a otra, así como su gravedad o frecuencia. Según la Clínica Mayo, se dice que una persona tiene colon irritable cuando los síntomas han estado presentes 3 días al mes durante un período de 3 meses o más. Los signos principales que alertan de este síndrome incluyen:
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- Dolores abdominales y calambres.
- Gases.
- Sensación de pesadez estomacal.
- Distensión, que es el cambio en el tamaño o forma de un tejido u órgano.
- Cambios en los hábitos intestinales, ya sea por diarrea (SII-D) o estreñimiento (SII-E).
El tratamiento a seguir del SII
El tratamiento del SII es principalmente sintomático y personalizado, buscando aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. No existe una cura para el colon irritable, pero con una estrategia adecuada, los pacientes pueden lograr un control significativo de los síntomas.
Uno de los pilares del tratamiento del SII es la dieta. El seguimiento de una dieta baja en FODMAP (Oligosacáridos fermentables, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles) ha demostrado ser efectivo en la reducción de síntomas en algunos pacientes. Esta dieta consiste en limitar ciertos carbohidratos fermentables que pueden ser mal absorbidos en el intestino y que contribuyen a la sintomatología.
El tratamiento farmacológico depende del predominio de la sintomatología: para el dolor y la distensión se pueden prescribir antiespasmódicos; para el intestino irritable con predominio de estreñimiento se pueden utilizar laxantes o agentes como la linaclotida; y para el SII con predominio de diarrea, fármacos antidiarreicos como la loperamida o agentes como el rifaximín. Asimismo, el tratamiento puede incluir probióticos para restaurar la flora intestinal.