Un reciente estudio realizado por científicos del Colegio Médico de Wisconsin (MCW) y publicado en la revista Science Advances propone que el origen de la preeclampsia podría estar asociado al estrés celular en la placenta. La preeclampsia es una complicación del embarazo (en torno a la semana 20) que se caracteriza por el aumento repentino de la presión arterial y puede conllevar serias consecuencias para la madre y el bebé, afectando alrededor del 10% de los embarazos y careciendo de signos de alerta tempranos.
El manejo clínico actual se enfoca en el monitoreo y control de la presión arterial para prevenir complicaciones hasta que sea seguro para el bebé nacer. Dada la naturaleza impredecible y grave de la preeclampsia, Jennifer McIntosh, profesora asociada de obstetricia y ginecología en el MCW e investigadora del estudio, subraya la importancia de profundizar en su las preeclampsia.
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El aumento a nivel mundial de la incidencia de la preeclampsia intensifica la urgencia de estos avances, de hallar nuevas formas de diagnóstico, tratamiento y prevención. Para este experimento, los investigadores se enfocaron en el sincitiotrofoblasto (STB), una capa de células placentarias que actúan como barrera inmunitaria y que proporciona nutrientes y oxígeno al feto.
De esta manera, se plantea la hipótesis de que un exceso de estrés celular podría deteriorar la placenta, contribuyendo a la aparición de la preeclampsia. Por ello, es crucial entender cómo se acumulan estos niveles de estrés en el STB debido al posible papel que juegan las hormonas elevadas del embarazo en este fenómeno arterial.
La investigación inicial se basó en el análisis de placentas donadas, donde se identificó que la preeclampsia se relacionaba con mayor estrés celular y una elevada actividad de la proteína G alfa q. Estos hallazgos llevaron a la creación de un modelo animal en ratones diseñado genéticamente para activar las señales relacionadas con la preeclampsia en el STB. Los resultados mostraron que ratones sujetos a estas señales desarrollaban síntomas de preeclampsia.
Un camino esperanzador para tratar la preeclampsia
Por otra parte, cuando probaron MitoQ, un fármaco que mitiga el estrés mitocondrial, encontraron una significativa reducción en la progresión de los síntomas de preeclampsia en los ratones, lo que marca un paso positivo hacia futuras investigaciones y ensayos clínicos. Este innovador trabajo no solo ofrece una vía para estudiar los efectos a lo largo del embarazo sino que puede ser el precursor de futuros estudios clínicos y la búsqueda de una cura para esta enfermedad.
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La investigación enfrenta la dura realidad de que la preeclampsia no puede prevenirse por el momento; sin embargo, los avances experimentales de este grupo de científicos representan un progreso en el entendimiento y en el potencial tratamiento de la afección. La motivación radica en la necesidad de conectar las investigaciones de laboratorio con la atención al paciente para descubrir las causas y proporcionar una solución efectiva. Con este enfoque, los científicos del MCW continúan colaborando para lograr una mejor comprensión y manejo de la preeclampsia, con la esperanza de hacer realidad la prevención y erradicación de esta afección.