Es extraño hablar de melón a solo unos días de Navidad. Pocas frutas hay más veraniegas que esta cucurbitácea, una pieza con un sabor dulce y que se disfruta a bocados en los días más calurosos del año. Su punto álgido de sabor y textura es el verano, por supuesto. Entonces, ¿cómo puede ser que exista un melón conocido como Santa Claus?
En los países anglosajones, principalmente en Estados Unidos, nuestro melón piel de sapo, una de las variedades más consumida en España, se conoce como Santa Claus melon o Christmas melon. Es decir, “melón Santa Claus” o “melón de la Navidad”. Podríamos pensar que se trata de una asociación descabellada, o incluso un nombre irónico, pero existe una explicación detrás de este curioso nombre.
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De esta especie se cultivan alrededor de 30.000 hectáreas repartidas por toda la Península Ibérica, especialmente en Castilla-La Mancha y en la Región de Murcia. El melón piel de sapo es probablemente el más popular y consumido de nuestro país, por encima de otras variedades como el melón cantalupo o el galia que, aunque en los últimos años han aumentado su presencia, no llegan a opacar la predominancia del primero.
El aspecto de su planta es similar al de otras variedades de melón, con flores pequeñas, hojas de color amarillo y tallos blandos. Su fruto tiene un sabor muy dulce, incluso más que otras variedades, de ahí a que sea tan popular. Al cortar la gruesa corteza, queda al descubierto una pulpa verde claro, casi blanca, de textura suave y blanda, sabrosa y fácil de morder.
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Su cosecha se produce de junio a octubre, por lo que, en España, se trata de una fruta principalmente veraniega. Entonces, ¿por qué en Estados Unidos se asocia este melón a la Navidad? En el país americano, el Piel de sapo se cosecha principalmente en California y Arizona, en el sudoeste del país, donde las condiciones climatológicas son parecidas a las que se dan en el Mediterráneo.
Allí, su siembra suele empezar en los meses de marzo y abril, a veces mayo, cuando ya se ha dicho adiós a las últimas heladas del invierno. Meses después, en torno a agosto o septiembre, se procede a su recogida. No obstante, en Estados Unidos esta temporada de cosecha también es habitual que acabe extendiéndose hasta el mes de octubre, lo cual podría justificar el concepto melón Santa Claus. Este nombre también se asocia a la gran durabilidad de este tipo de fruta que, una vez cosechada, aguanta en buen estado varias semanas más si se conserva bien. Por lo tanto, no es nada raro ver en las fruterías de Estados Unidos al melón piel de sapo durante el mes de diciembre.
Los nutrientes del melón
El melón contiene una altísima cantidad de agua, así como una cantidad de azúcar inferior a la de otras frutas, lo que contrasta con su sabor dulce. Todo esto, sumado a su contenido en hidratos de carbono de fácil asimilación, le dan propiedades estimulantes del apetito y saciantes.
Esa hortaliza destaca por su importante contenido en vitamina C y provitamina A, principalmente el betacaroteno, que le dan propiedades antioxidantes por lo que ejerce un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico, así como en la prevención frente a diversas enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, cataratas y degeneración macular senil.
En cuanto a los minerales, el melón contiene cantidades significativas de potasio, lo que convierte a la hortaliza en un alimento reconstituyente que promueve la actividad física e intelectual, debido a que mejora el funcionamiento de músculos y nervios. Mientras que la presencia de sodio hace del melón un regulador del balance de agua en el organismo y normaliza el ritmo cardíaco, contiene también cantidades apreciables de fósforo, hierro y magnesio, por lo que es un producto natural remineralizarte.