El prestigio de Martín Berasategui le precede. Comenzó a cocinar con solo trece años, en el restaurante familiar, y ya se ha convertido en el cocinero español con más Estrellas Michelin en territorio nacional, doce en total, repartidas entre siete restaurantes. Su restaurante más galardonado, el Restaurante Martín Berasategui en Lasarte-Oria, es todo un referente de la cocina vasca, con una fama mundial que lo ha convertido en un emblema de la alta cocina.
Pero el cocinero no solo es experto en platos innovadores y refinados. Berasategui también sabe cómo apreciar los sabores de recetas tradicionales y sencillas como son los callos, un clásico de la gastronomía madrileña invernal que vuelve loco al cocinero. Y, aunque él cuenta con su propia receta de esta delicia a base de tripas de vaca, en Madrid hay un bar de barrio que los hace casi mejor.
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Es una de las recomendaciones preferidas de Berasategui en la ciudad de Madrid, un bar de barrio, ubicado en la zona de Canillejas, dedicado por completo a los platos más deliciosos de la cocina española tradicional. Se trata del Bar Trabancos, un restaurante que lleva más de 40 años ofreciendo a sus clientes un trato cercano, un ambiente familiar y unos platos deliciosos elaborados con productos frescos y de temporada en la calle Boltana.
La carta que tienen es variada, e incluye desde desayunos y ‘brunch’ hasta comidas y cenas. Sin duda, una de sus especialidades más demandadas son los callos, cocinados a la madrileña, con una textura tierna y mucho sabor. Estos callos, cocinados con un toque picante, se sirven en raciones generosas y pueden pedirse como primer plato en el menú del día o como ración para compartir entre varios. Acompañados por un vino tinto de la casa o por una caña bien tirada, son toda una delicia.
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Y es que este plato es precisamente el que consiguió conquistar el paladar de Berasategui, un cocinero que siente devoción por platos tradicionales bien hechos como este. “Los pontífices de los callos”, escribía el cocinero vasco en una chaquetilla, que el bar tiene colgada en una vitrina a modo de trofeo.
Sin embargo, los callos no son la única especialidad de este bar de barrio. Si echamos un ojo a las reseñas del bar Trabancos vemos que hay una unanimidad sobre otro de los platos de su carta. Se trata de la tortilla de patatas, salada, jugosa y en su punto de cocción perfecto, que se sirve en pinchos o bocadillos. También sirven un sabroso bocadillo de oreja con muy buenas valoraciones, además de otros clásicos como el de chorizo frito, de lacón o el de lomo con pimientos. Sin duda, este bar recomendado por Berasategui es un lugar ideal para disfrutar de la auténtica cocina española.